'El mosca' nos hizo llorar a todos

Valencia

Pedro López se despedirá mañana de Orriols, ya con el Levante matemáticamente salvado, en el partido correspondiente a la última jornada de Liga contra el Atlético de Madrid. Se marcha, ocho temporadas después, el gran capitán, heredero del carisma y liderazgo innato que desde el primer día absorbió de Sergio Ballesteros o Juanfran. 

Como bien señaló ayer el presidente Quico Catalán, es una pena que, llegados a este punto, en el Ciutat de València no puedan clonar al defensa de Torrent. Pedro, formado en la cantera de Mestalla, abandona el Levante convertido en el tercer jugador de la entidad que más partidos ha disputado en Primera División. El rendimiento y la profesionalidad exhibidos desde su fichaje en el verano de 2011 le convertirán en un ejemplo para la posteridad. 

Antes del adiós sobre el tapete de Orriols mañana a mediodía, Pedro quiso comparecer en rueda de prensa el jueves para agradecer el trato recibido por compañeros de vestuario, empleados del club y afición. El acto, en el que estuvo rodeado de sus dos hijos -Ariadna y Lucas- su pareja Jessica y sus padres, fue de una emoción sobrecogedora.

Entre lágrimas y con la voz entrecortada, 'El mosca', apelativo heredado de su progenitor, se marchó como lo hacen los grandes. Con la cabeza arriba, hablando desde el corazón y dejando como legado una hoja de servicios impecable. La sala de prensa, abarrotada de amigos (alguno, periodista), compañeros de vestuario, empleados del club, directivos y familiares se quedó pequeña. 

No todo han sido días de vino y rosas. El capitán levantinista ha tenido que superar varias lesiones musculares y algún momento de inactividad puntual en el que esperar su oportunidad desde el banquillo. El más complicado, quizá, estos últimos meses. A pesar de jugar poco a las órdenes de Paco López, Pedro se ha convertido en una ayuda constante para el técnico de Silla, tirando del carro y dando ejemplo al resto de la plantilla. Siempre en el peso, bajando incluso algún kilo con el paso del tiempo, su fantástico estado de forma le permitirá seguir jugando al máximo nivel. 

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Pero su mayor éxito, sin duda, es que -pasados casi 20 años- sigue siendo el mismo tipo honesto, de enorme corazón y apasionado por el fútbol al que conocí en los terrenos de la Ciudad Deportiva de Paterna siendo juvenil del Valencia. La fama no ha cambiado a Pedro López. A pesar de haber cumplido su sueño, mantiene los pies en el suelo y la humildad como primer mandamiento. Suerte en tu próxima aventura, amigo.