Sobre las líneas rojas
Cadena SER
Santa Cruz de Tenerife
Tanto el PSOE como Nueva Canarias reivindican para sí mismos el espacio de la centralidad. Lo mismo ocurre con Coalición Canaria, con el PP (han descubierto de nuevo su perdida vocación centrista en estas campaña), y con Ciudadanos y los socialistas gomeros, que -además de definirse como de centro-, aspiran directamente a ser bisagra para el próximo gobierno.
Si esas definiciones fueran ciertas, montar un futuro gobierno debiera ser relativamente fácil: porque las fuerzas que se reclaman de centro deberían poder gobernar lo mismo con su izquierda que con su derecha. Pero aquí el patio se ha pintarrajeado con líneas rojas por todos lados. Si me salen bien las cuentas, desde Coalición ha dicho que no gobernarían nunca ni con Podemos ni con Vox. Podemos ha dicho que sólo apoyará un pacto de izquierdas, el PP que nunca gobernará con Podemos, Ciudadanos ha dejado claro que no apoyará ninguna opción que incluya a Podemos o a un imputado (va por Fernando Clavijo), y el PSOE tuvo que declarar –sin muchas ganas- que no gobernarán con Coalición. Los gomeros y Nueva Canarias han sido más cautos y no se han pronunciado. Eso implica que aunque todos los partidos se definan de centro, posibilistas y estén obligados a la negociación y al pacto, si no nos han mentido, las opciones se reducen básicamente a cinco: un gobierno de izquierdas, si suma; o un gobierno de nacionalistas y derechas, apoyado por Ciudadanos, pero sin Fernando Clavijo; o un gobierno de centro izquierda, apoyado por Ciudadanos, pero sin Podemos; o un nuevo Gobierno del PSOE y Coalición; o repetir las elecciones porque no hay acuerdo. Claro que podría haber más opciones…
El domingo por la noche, hablarán las matemáticas. Es posible que a partir de entonces se simplifiquen mucho las opciones. No sólo porque los votos quizá reflejen algo muy distinto a lo que predicen hoy los sondeos: sobre todo porque después de las elecciones las líneas rojas tienden a desteñirse.
