Visto para sentencia el juicio por abusos del ex socialista Ángel Pozo
El Juzgado de lo Penal vio como el acusado negó todos los hechos y la víctima, su ex compañera de partido y concejala de Muelas del Pan, los corroboraba
Zamora
El juzgado de lo penal de Zamora ha dejado visto para sentencia el caso de abusos sexuales del que se acusa al ex miembro de PSOE y concejal en La Hiniesta, Ángel Pozo. Unos abusos contra su ex compañera de partido y concejala del PSOE en el ayuntamiento de Muelas del Pan, Eva Martín, que la acusación particular eleva a agresión sexual.
El juicio ha concluido con las partes elevando a definitivas sus peticiones: 1 año de prisión por abusos sexuales pide la Fiscalía; 3 años de cárcel por agresión sexual reclama la acusación particular. La Defensa reclama la absolución de Ángel Pozo, por las contradicciones de la víctima en su testimonio, justo lo que contrario que afirman las acusaciones, que hablan de un testimonio firme y concreto.
En la vista oral, el acusado Ángel Pozo negó los hechos que se le imputan, y que ocurrieron el 20 de marzo de 2017 en la sede del PSOE de Zamora y durante la recogida de avales a favor de Pedro Sánchez para las primarias socialistas, y en cuya campaña participaban víctima y acusado.
Ángel Pozo admitió que aquel día llamó a Eva Martín a un despacho mientras recogían avales, pero negó tajantemente las acusaciones posteriores: “No pasó nada”, afirmó. Sostuvo que fue un encuentro de apenas 30 segundos, y para plantearle una cuestión sobre la campaña.
Ni la intentó besar, ni la agarró por el brazo, ni le tiró del pelo, ni intentó morderla, respondió a las preguntas de fiscalía, acusación y defensa.
Por su parte, la denunciante, Eva Martín, que declaró tras un biombo y visiblemente nerviosa y afectada, corroboró su denuncia, y justificó que tardó prácticamente un año en denunciar los hechos, porque en aquel momento tenía un problema de malos tratos que sufrió su hija y no quiso añadir más problemas a la situación familiar.
Pero sostuvo que el acusado la llamó a un despacho del partido, que cerró la puerta tras de si y se abalanzó sobre ella para intentar besarla, y que la agarró, le tiró del pelo y la tocó, logrando finalmente zafarse en un primer momento y también en un segundo intento del acusado.
Y también corroboró que ya había sufrido un episodio desagradable de contenido sexual durante un viaje en autobús a un mitin en Valladolid.