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Las Palmas de Gran Canaria

Si las elecciones generales del pasado 28 de abril era decisivas, las que se celebraban dentro de una semana serán determinantes para las instituciones más cercanas. Antes de celebrar Las elecciones generales dieron más de una sorpresa, más de un susto y más de un cabreo a los partidos políticos. Las encuestas acertaron en el ganador pero nunca dejó claro quién iba a ser el gran perdedor. La derecha quedó descolada y los nacionalistas fortalecidos. En las próximas elecciones autonómicas se atisba un buen resultado para el PSOE pero nadie se atreve a pronosticar si ese avance será suficiente como para liderar en número de escaños, eso no significaría que pueda formar gobierno. No es la primera vez que los socialistas ganan pero se quedan en la oposición. Ocurrió en 2007 cuando Juan Fernando López Aguilar ganó las elecciones con 26 diputados. La suma de CC y el PP dieron la mayoría para gobernar los nacionalistas.

La ola roja puede que llegue posiblemente a Canarias pero la marea de CC podría neutralizarla. Los inesperados resultados de las generales de los nacionalistas animan a sus dirigentes y candidatos que no descartan incluso recuperar fuerza en Gran Canaria donde estaban prácticamente desaparecidos. Nueva Canarias también se examinará en estos próximos comicios tanto en el Cabildo como en el estreno de Román Rodríguez en la lista regional, así como en sus tradicionales bastiones en los municipios del sureste.

Los populares confían en recuperarse de la debacle de las pasadas elecciones, devorados por Ciudadanos y la ultraderecha. La vuelta a la centralidad puede que frene la sangría de votos pero todo apunta a una caída del PP. Los naranjas andan contentos porque cualquier resultado que saquen será mejor que el que tenían. Se da por hehco que entrarán en el Parlamento de Canarias y en otras instituciones canarias mientras que Podemos cruzan los dedos para mantener la movilización de las generales que le permitieron salvar los muebles.

Y todo esto en un escenario totalmente nuevo para las formaciones políticas y los electores. Con un nuevo sistema electoral, cinco urnas, 70 diputados a repartir y dos elecciones consecutivas.