"524 kilómetros de costa en la Comunitat Valenciana y abanderamos la prohibición de los deportes náuticos"

Valencia

La Federación de Remo de la Comunitat Valenciana estudia recurrir por vía administrativa o judicial el reciente Real Decreto Ley del Ministerio de Medio Ambiente que obliga a contar con un informe medioambiental la colocación de balizas para las distintas actividades deportivas náuticas.

Esos informes, muy largos y costosos, dicen, son inviables porque habría que hacerlos en cada punto donde se coloque una baliza, con lo que están en el aire todas las competiciones de la Federación de Remo y otras actividades náuticas, como ya pasó en Denia hace unas semanas, cuando la aplicación de esta normativa obligó a suspender una regata que tenía confirmada la presencia de 500 deportistas y 62 embarcaciones. Juan Bautista, vicepresidente de la Federación de Remo denuncia que este decreto que es de carácter nacional solo se está aplicando en la Comunitat Valenciana.

En la Federación de Vela confían en que se pueda resolver este asunto sin tener que acudir a los tribunales, pero ponen el acento también en las restricciones que impone el Catálogo de Playas de la Comunitat que forma parte del Pativel y que se aprobó por Decreto del Consell en mayo del pasado año.

Un catálogo que divide las playas entre las urbanas y las naturales. El problema es que, según el vicepresidente de la Federación de Vela, Carlos Cerdà, el PATIVEL obliga a que deportes náuticos como la vela, el surf o el kitesurf, se lleven a cabo en las playas urbanas que suelen ser las más concurridas, con el problema de seguridad que se presenta con los bañistas. Cerdà recuerda que en la Comunitat hay unos 500 kilómetros de costa, y en cambio, estamos abanderando la prohibición de los deportes náuticos.

Y recuerda que no hay deportes más medioambiental que el que usa el viento como fuerza de locomoción, como pasa con la vela.

Desde la Generalitat, el director general de Obras Públicas, Carlos Domingo, el PATIVEL no contempla ningún tipo de restricción o prohibición de las instalaciones necesarias para la seguridad de la navegación en playas urbanas, al igual que en las naturales, siempre fuera de las áreas de mayor valor ambiental.

Sin embargo, Domingo reconoce que la nueva normativa estatal ya se está aplicando a todos los balizamientos que se pretenden implantar en la costa, con independencia del tramo de costa afectado, lo que ha ocasionado retrasos en el otorgamiento de los necesarios permisos.