Irureta y las sorprendentes causas de su salida de la Cultural

León

El último episodio del surrealista paso de Xabi Irureta por la Cultural se escribe con el acuerdo de rescisión al que han llegado las partes después de que el club comunicara al meta su decisión de no contar con sus servicios para la próxima temporada. Ocurrió lo mismo en los compases previos al inicio de la campaña anterior cuando, tras ser anunciado como uno de los fichajes estrella, acabó jugando en las filas de un rival.

En ese instante se inició un camino de no retorno y de desencuentros. Primero la Cultural informó de una cesión a la UD Sanse sin cláusula del miedo alguna lo que permitió que Irureta se luciera en el Reino de León evitando la victoria de los blancos en el estreno de José Manuel Aira. Su concurso en el marco madrileño levantó ampollas. La liga transcurrió entre las dudas en la portería culturalista hasta que, en vísperas del reciente choque de vuelta en Matapiñonera, el cancerbero desveló en la prensa leonesa que su pase al Sanse no fue a préstamo, sino a través de una rescisión y una opción por parte del jugador de regresar al final de curso, opción que materializó en tiempo y forma.

Acaba la temporada, Felipe Llamazares pasó factura y puso en conocimiento de los representantes de Irureta su intención. Los motivos, en boca del meta guipozcoano, estaban directamente ligados a lo que ocurrió en el partido entre ambos equipos en León y a su confesión posterior en la que desdecía al club. Así culminó el extraño paso la Cultural de un buen portero, con experiencia en Primera División y al que la afición solo disfrutó en un puñado de partidos de pretemporada.

A partir de ahora, los encargados de la parcela deportiva deberán gestionar con mimo el caso de Jorge Palatsi, enfocado en atender una grave situación familiar que desde hace dos semanas le ha llevado a "mudarse" a un hospital valenciano. Palatsi tiene dos años de contrato en vigor y su futuro estará ligado a la Cultural, salvo deseo propio de cambio. 

Hablando de cambios, Aspire ha planteado a algunos jugadores a los que ha puesto el cartel de transferibles la posibilidad de cambiar León por Nueva Dehli, la Cultural por el Dehli Dynamos, club indio ligado a la academia, del que precisamente llegó Irureta, al que fue a parar Gianni Zuiverloon y cuya senda podría seguir Iván González, tentado por este ofrecimiento. A diferencia de otros compañeros, el central madrileño acaba contrato y su renovación, a pesar del posible interés de los dirigentes, está en el aire.

Para esta semana no se esperan anuncios de importancia desde la casa blanca y la rutinaria comparecencia del director general para hacer balance se retrasará. Mientras tanto, aumenta la expectación sobre el nombre del nuevo director deportivo y del entrenador que tomen las riendas del equipo leonés. Se discuten los perfiles y las posibilidades que ofrece el mercado. El asturiano Javi Rozada resultó ser, sin pretenderlo, el parapeto perfecto para seguir trabajando sobre el relevo técnico en el anonimato.