Irún celebra el temporadón del Bidasoa

Irun

El Bidasoa cierra una temporada histórica, que será recordada durante mucho tiempo en Irún. Por el logro deportivo y también por lo iniesperada de ese éxito. Era impensable que el equipo bidasotarra pudiera lograr en un mismo año el subcampeonato de Liga y Copa Asobal. Es devolver al Bidasoa toda la gloria que se le había resistido durante estos últimos años en los que ha tenido que reciclarse para volver a estar con los mejores, después de un caminar por el desierto que a punto estuvo de mandarle a la lona para volverse a levantar.

Irún es consciente de la magnitud de lo logrado por esta plantilla dirigida por Jacobo Cuetara. Es algo muy grande, gigantesco. Y así lo ha entendido la afición, que ha celebrado ambos subcampeonatos por todo lo alto, con una fiesta en la última jornada de la temporada que tardará tiempo en olvidarse. Con Artaleku lleno hasta la bandera, con la calle mayor a reventar de seguidores y con recibimiento incluido en el balcón del Ayuntamiento. A alguno le parecerá excesivo, pero la realidad es que es un logro extraordinario, por cuanto es lo máximo a lo que a día de hoy puede aspirar cualquier club español que no sea el Barcelona.

La fiesta fue inolvidable. Empezó en la carpa ubicada en el Parking del polideportivo, continuó en la cancha de Artaleku, siguió con una kalejira encabezada por los jugadores ante una afición que los rodeaba y aclamaba, y se puso el colofón con el recibimiento en el Ayuntamiento de Irún. Habrá otras temporadas tan buenas como ésta, seguro; pero ninguna como la que acaba de terminar. Porque sientas las bases del futuro, los pilares para crecer sin techo. Liderados por Jacobo Cuétara. Y con una plantilla que va a continuar, salvo la salida por motivos personales del irundarra Iñigo Aldaba. El Bidasoa ha vuelto con los mejores, Irún tenía ganas de celebrarlo.