"La niña que murió ahogada en Arguineguin se llamaba Séfora, tenía nombre", Nicolás Castellano

Arrecife

Se cumplen treinta años de la primera fotografía del cadáver de un inmigrante en las costas españolas. También se cumplen veinticinco años de la primera patera que llegó a Canarias. "El naufragio: treinta años de memoria sumergida" es un documental que contiene dolor y muerte. Escrito por Nicolás Castellano y dirigido por Fernando Santiago, el documental es un ejercicio de memoria necesario, un recorrido por estos treinta años de tragedia e indiferencia por parte de la sociedad sobre el fenómeno de la inmigación. Castellano y Naranjo han presentado el documental en Lanzarote, en la Sala José Saramago de la Fundación César Manrique.

También se cumplen veinte años del primer naufragio documentado en las costas españolas, en la Playa de la Señora, en Fuerteventura. Desde entonces Nicolás Castellano y José Naranjo no han dejado de preguntarse quiénes son, de dónde vienen y por qué vienen. “El gran problema hoy es que las fronteras se han convertido en un lugar de muerte, porque la sociedad está naufragando. Son nuestras leyes las que matan”, explica Nicolás Castellano.

El empeño de José Naranjo, de Nicolás Castellano y de tantos otros periodistas ha sido ponerles nombre a las personas que llegan a nuestras costas. “En Arguineguín murió un bebé de doce meses hace unas semanas, se desató del pañuelo de su madre, se lo llevaron las olas en plena oscuridad. Su madre está intentando que se le entierre con su nombre, porque muchas veces no sabemos ni su nombre y se les entierra con placas que dicen: inmigrante, seguido de un número”, explica Nicolás Castellano. La niña se llamaba Séfora y su caso ha pasado prácticamente desapercibido.

De hecho, a la madre de Séfora, con una costilla rota al caer de la patera y en el mismo momento en que perdió a su bebé, la detuvieron. “Eso es lo que están haciendo nuestras leyes de extranjería con total impunidad”, explica Nicolás Castellano. Treinta años después de la primera patera que llegó a Canarias parece que no hemos aprendido nada.

“Imaginen que su hijo muere en un país extranjero y ustedes hacen los trámites para enterrarlo, le ponen una placa que dice: inmigrante. Aunque tú digas cómo se llama tu hijo, no te dejan. Esto simboliza el absurdo del mundo en el que vivimos”, explica José Naranjo. “Nosotros tratamos de ponerle nombre y rostros a esta tragedia, que desgraciadamente también ha caído en manos de la política, los políticos se han estado tirando los cayucos a la cabeza y haciendo política incluso con menores, como en Lanzarote saben muy bien”, explica el periodista.

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Escucha la conversación entre Nicolás Castellano y José Naranjo en Hoy por Hoy Lanzarote.