¿Un pacto por la ciencia?

Valencia
Los Rei Jaume I vuelven a pedir un pacto de Estado por la ciencia. De nuevo, Santiago Grisolía y Javier Quesada, los máximos responsables de los principales premios a la ciencia hecha en España, hacen un llamamiento a que se blinde la inversión en I+D, más allá de cambios de gobierno y de crisis económicas. Y lo cierto es que esta llamada de auxilio no es ni mucho menos nueva.
Al margen del formato, seguramente pocos eventos hayan cambiado menos en los últimos años que la entrega de los premios Rei Jaume I. El acto siempre sirve para que políticos y empresarios, sean los que sean, hablen de lo importante que es la ciencia. Pero más allá de las palabras, pocos hechos.
La ciencia valenciana sigue tiritando. Faltan recursos y sobra burocracia. Que le pregunten si no a los investigadores por la gestión de las subvenciones que se ha hecho desde la Administración valenciana. O que le pregunten a Quesada y Grisolía, que sudan tinta cada año en busca de patrocinadores privados para los premios.
Así que si todos estamos de acuerdo en apoyar la ciencia, ¿por qué no ha sido posible todavía un pacto? Porque en el fondo pocos se la creen.




