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Segunda división B

Salvación por la puerta grande

El Real Unión gana 2-0 (4-2 en el global del playout) al Jumilla después de un buen partido en el que fue superior a su rival murciano, y consigue salvar la temporada con la innegociable permanencia en Segunda B

R.R

San Sebastián

El Real Unión seguirá jugando la próxima temporada en Segunda división B. Superó la patata caliente del playout de permanencia contra el Jumilla y respira aliviado. El peso que se quitan de encima en Irún es muy grande. Un descenso a Tercer hubiera tenido consecuencias fatales para la entidad irundarra. Y esta salvación la debe celebrar como si fuera un ascenso. A día de hoy significa lo mismo. Es seguir luchando en la división de bronce por volver a vivir décadas gloriosas como no hace tanto tiempo, con playoff casi todos los años y hasta un ansiado ascenso que ya queda hasta lejos, más viendo lo vivido en esta angustiosa eliminatoria contra el Jumilla.

Al final, la realidad es que no se ha sufrido tanto como se presumía. Se ha trabajado mucho, pero lo cierto es que el Real Unión ha sido muy superior al Jumilla y se queda con justicia en Segunda B. Es una salvación a lo grande. Porque en el encuentro del vuelta en el Stadium Gal, los irundarra han sido mejores que los murcianos. No se si mucho mejores, pero si lo suficientemente mejores como para ganar con solvencia. 2-0, con goles de Alain Ezimendi y Mikel Orbegozo. Y pudieron ser más. Debieron ser más. Un resultado, y una tarde, que entra por derecho propio en la historia del Real Unión. Ojalá nos acordemos en un futuro no muy lejano de aquel playout como el Jumilla que se superó con mucha dignidad como algo que supuso un punto de inflexión en el crecimiento de un club que por historia y afición debe estar, como mínimo, en Segunda. Pero eso hay que merecerlo primero. Que empiecen a hacerlo desde ya.

Pasado el susto, toca ponerse a trabajar. Hace examen de conciencia, que la temporada da para muchas reflexiones. Hay bases que estaban bien puestas. Pero hay que mejorar mucho. El club necesita una estructura mucho más profesional, el equipo necesita estar más arropado, que Gal no de la sensación de que está ahí abajo y que está dejado de la mano de dios. Este Real Unión tiene mucho potencial y hay que sacárselo. Empezando por la afición. ¡Claro que tiene afición el Real Unión! Se volvió a demostrar que cuando se le necesita, Irun nunca le da la espalda a su Real Unión. Le quiere vivo. Pero Irún también necesita al Real Unión. Y el club no puede dar la espalda a esa realidad. Para recoger hay que sembrar. Y hace mucho tiempo que no lo hace bien. Muchas deudas, muchas promesas incumplidas, poca implantación en la vida de la ciudad, demasiados favores pedidos y pocos favores devueltos. El Real Unión debe empezar por cambiar su imagen en Irún, e Irún le recompensará como lo hizo en este partido contra el Jumilla. Que nadie lo duda. Pero que no se acuerden de la afición sólo en los momentos de necesidad. Eso debe cambiar desde hoy.

Son reflexiones que se hacen acabada la agonía del playout. Reflexiones que no pueden tardar en hacerse. Que salen de dentro después del sufrimiento vivido y el alivio experimentado. Y eso que el partido de vuelta estuvo bien encarrilado en todo momento. Sólo un susto en un desajuste defensivo. Nada más hizo el Jumilla. La dfensa estuvo soberbia, el centro de campo trabajó como nunca y arriba hubo desborde, aunque faltó puntería. La tuvo Alain Eizmendi al filo del descanso, tras rematar una gran jugada por la izquierda de su hermano. Y eso aclaró todo. Quitó tensión a los jugadores, que se liberaron tras el descanso con el resultado a favor. Y encerarron al Jumilla, que no sabía ni como salir de su campo. Pudo marcar Javi Martinez el 2-0, Orbegozo lo tuvo aún más claro con un mano a mano que tiró al muñeco. Y el propio delantero donostiarra sentenció tras marcar un penalti cometido sobre Asier Etxaburu. Punto final al sufrimiento, a una temporada llena de sinsabores. Jugadores llorando, otros en el suelo exhaustos, la afición invadiendo el campo, abrazos emocionados... el vivo retrato de lo importante de esta salvación. Lleva la firma de Alberto Iturralde, que se ha ganado con resultados y objetivo cumplido seguir como entrenador el próximo curso. Y el recuerdo de Juan Domínguez, cuyo trabajo no tuvo recomensa, pero que se dejó el alma para poner su granito de arena. Llega el turno de Eneko Romo. Ilusión no le falta. Ahora debe acertar. Este playout debe servir de escarmiento y aprendizaje. Gora Real Unión! Gora Irún!

Roberto Ramajo

Roberto Ramajo

Entro en el grupo en 2002 como redactor de prácticas. En 2005 se incorporó a la redacción en Gipuzkoa...

 
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