La coherencia se premia (en la oposición y en el gobierno)

Alicante

Es cierto que los datos son muy sufridos y que se pueden hacer muchas interpretaciones, pero al respecto de las pasadas elecciones sí que podemos observar algunas reglas generales que se suelen cumplir.

Por ejemplo, los ciudadanos premian la estabilidad municipal; si esos gobiernos no generan grandes conflictos. Lo hemos visto en Alcoy, Denia, Elda o Alicante.

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En el caso de la capital alicantina, los dos candidatos que estuvieron al principio del anterior mandato -Barcala y Bellido- obtuvieron más votos que los cosechados por sus partidos en las europeas.

Decir esto también puede provocar una nostalgia dañina, ¿que hubiera ocurrido si entre Echávarri y Pavón hubieran producido mucha menos testosterona y potenciado la inteligencia política?

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Visto lo visto, salvo los protagonizados por ecologistas -en el caso de Alicante-, los gobiernos del cambio en 2015 se han consolidado.

El mensaje vale, por tanto, para dentro de cuatro años, aunque parezca que hasta entonces nos queda un mundo. La coherencia siempre se premia; en la oposición y más en los gobiernos.

Aunque, no se equivoquen, ya saben, siempre habrá a quien el poder le haga perder el oremus.