Iván Bravo ultima su entrada en el Alcorcón
El vicepresidente de la Cultural forma parte del nuevo proyecto del equipo alfarero en una operación independiente de Aspire.
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Iván Bravo amplía horizontes en el fútbol español / Radio León
León
Iván Bravo es una persona clave en el esplendor económico y deportivo de la Cultural, una figura esencial para entender la llegada de la Academia Aspire al conjunto leonés y sobre la que gira la gestión de la entidad. Un tipo polifacético y emprendedor como indican los últimos movimientos que le colocan en diversos clubes o instituciones, movimientos que, directa o indirectamente, inciden en la intranquilidad que se respira en el Reino de León.
El vicepresidente culturalista es, a su vez, director general de Aspire, ejecutivo del Leeds United, de la segunda inglesa, Director Técnico de la Federación de Fútbol de Catar y ahora figura en el plan de compra de la AD Alcorcón por parte de Josh Harris. Según informa "El Periodista de Leganés" el dueño de los Philadelphia 76ers de la NBA y poseedor de un paquete accionarial del Crystal Palace de la Premier League cuenta con los servicios de Bravo, que, según pudo saber Radio León, participaría de manera independiente a la Academia como hace en el Leeds.
Sin embargo, las intenciones de Bravo no pasan por abandonar Doha en estos momentos ya que al frente de Aspire tiene un gran objetivo en el punto de mira de su gestión: el fortalecimiento de la liga local y el Mundial de Catar 2022 como guinda. Su influencia en el Alcorcón no pasará desapercibida, en todo caso, y de su mano podría llegar el berciano Emilio Vega a la dirección deportiva.
El efecto de este movimiento para la Cultural será inocuo ya que Aspire continuará al frente del nuevo proyecto que se perfila en la sombra y con nula publicidad. Y es Iván Bravo el que lidera las operaciones que pasan por la contratación de un responsable deportivo y de un nuevo entrenador. La elección de este último sigue las pautas marcadas: discreción absoluta mientras la rumorología apunta en otras direcciones. Mientras tanto, el movimiento es escaso en la sede del Reino y tampoco esta semana se espera la protocolaria aparición de Felipe Llamazares, director general, para hacer balance de la temporada. A diferencia del curso pasado, cuando ocho después después del descenso a Segunda B los rectores dieron explicaciones públicas, en esta ocasión los plazos son otros y, a pesar de que la liga terminó el 19 de mayo, en la Cultural se ha instaurado la ley del silencio.