Cuando la cartilla humanitaria de Cruz Roja se hereda

Tenerife

De todas las expresiones que dejó la crisis financiera, el término "cronificación de la pobreza" es uno de los que continúa retumbando en la memoria colectiva y en las cifras. Sin embargo, ha tenido que pasar cerca de una década para que las organizaciones humanitarias adviertan sobre un nuevo símbolo lingüístico: "herederos de la pobreza".

En 2018, Cruz Roja Canarias atendió a 91.172 personas en su plan de intervención social. Entre ellas, 68.785 beneficiarios que se encuentran en situación de extrema vulnerabilidad. Su presidente, Antonio Rico, revela que, con el paso de la recesión económica, el número de mujeres y hombres que solicitan ayuda ha disminuido en el Archipiélago "un 50 por ciento". Sin embargo, apunta que las asistencias se incrementan hasta alcanzar el medio millón de actuaciones.

"Tenemos que hacer políticas transversales para acabar con estas desigualdades sociales", asevera Rico refiriéndose a los niños que hace años recibían asistencia y que ahora, como cabezas de familia, continúan recurriendo a la organización.

Otra de las grandes aristas de Cruz Roja en las islas es la inserción laboral. Según refleja su balance de 2018, 3.789 personas acudieron a sus planes de empleo. El resultado de los mismos condujo a la empleabilidad de 893 ciudadanos. Su presidenta provincial, Mayte Pociello, asegura que "todo el trabajo desde 2009 se enfoca a la crisis" y que, a pesar de valorar el descenso del paro y la economía al alza, "los puestos que se crean son muy precarios. Solo el 33 por ciento son contratos de una duración considerable".

Las iniciativas humanitarias desplegaron también el año pasado la creación de equipos de respuesta inmediata en situaciones de emergencia. Tanto por vía terrestre como acuática para evitar que el atlántico engulla la vida de los migrantes.

"Es doloroso perder a alguien en la orilla, una tragedia, pero tenemos que intentar ver la parte positiva, hemos atendido a más de 12.000 personas con este nuevo modelo, con ambulancias y puestos de campaña en las playas", concluye Rico.