Activistas de WWF se sumergen en el Atlántico contra la contaminación marina
La organización ha elegido Lanzarote como escenario de una acción en la que se ha desplegado una gran pancarta junto a las esculturas submarinas, "asfixiadas" simbólicamente por plásticos

WWF

Lanzarote
Un grupo de activistas de WWF se ha sumergido en el Atlántico, en Lanzarote, para denunciar la contaminación marina. Este sábado, Día Mundial de los Océanos, han aparecido “atrapadas en plástico” a 14 metros de profundidad las esculturas humanas del Museo Atlántico como símbolo de rechazo al grave problema que la presencia de plásticos supone en aguas canarias.
El escenario de esta acción de protesta pacífica de WWF ha sido la instalación del Rubicón, en la que un grupo de figuras humanas está a punto de cruzar un impresionante muro de más de 30 metros de longitud y cuatro de alto.
Jason deCaires Taylor, creador del primer museo de arte contemporáneo subacuático de Europa, quiso representar con ella la línea roja que la humanidad está a punto de traspasar si no se adoptan medidas urgentes ante la alarmante situación.
Con esta denuncia, la organización puesto de manifiesto que cada año al menos ocho millones de toneladas de plásticos acaban en el océano, una cifra que equivale a volcar en el mar un camión de basura cada minuto. Además, según WWF, para 2030 se estima que la producción de este material aumente un 40%.
A escala global, el número de mamíferos que mueren anualmente debido a la contaminación por plásticos supera los 100.000 ejemplares. Algunos animales, como las tortugas, confunden las bolsas con medusas que acaban ingiriéndolas y muriendo. Asimismo, el 90% de las aves marinas del mundo tiene fragmentos de este material en el estómago.




