Denuncian el mal estado del cauce del río Seco con grandes cantidades de toallitas
La asociación de defensa de la naturaleza, GECEN, pide responsabilidad al Ayuntamiento de Castelló y a la Confederación Hidrográfica del Júcar para que mejoren el sistema de gestión de aguas y limpien el cauce del río
Castellón
Denuncian el mal estado del cauce del río Seco debido a la existencia de grandes cantidades de toallitas húmedas que ensucian el espacio natural desde el camino Molins y hasta la desembocadura en el mar. La asociación de defensa de la naturaleza Gecen pide responsabilidad al Ayuntamiento de Castellón y a la Confederación hidrográfica del Júcar para que mejoren el sistema de gestión de aguas y limpien el cauce del río.
El comisario de aguas de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Miguel Polo, ha explicado a Radio Castellón que la presencia de tantas toallitas húmedas en el cauce del río Seco se debe al sistema de aliviaderos de la red de saneamiento de la ciudad. Apunta que en caso de lluvia, cuando el colector no acepta más agua, los aliviaderos evacuán en el río las aguas residuales que contienen, entre otros, toallitas húmedas.
Polo ha explicado que la Confederación Hidrográfica del Júcar cuenta con agentes medioambientales que revisan el estado de los ríos y que, en caso de detectar suciedad u otras alteraciones, informan al ayuntamiento responsible del cauce para que se haga cargo de la limpieza.
Desde el Grupo para el estudio y conservación de espacios naturales GECEN consideran que la suciedad en el río Seco es causa de un déficit estructural en la red de saneamiento de aguas, que provoca vertidos al cauce. Por ello, pide a la Confederación Hidrográfica del Júcar y al Ayuntamiento de Castellón que se coordinen para mejorar o cambiar el sistema de red de aguas actual, y así evitar la contaminación. También pide mayor responsabilidad a la población para no tiren las toallitas por el retrete.
Las toallitas húmedas tardan 100 años en degradarse. Tirarlas por el retrete provoca daños al medio ambiente ya que a través de las redes de alcantarillado llegan a las depuradoras, complican el funcionamiento de las estaciones de tratamiento de aguas residuales y, en ocasiones, acaban debido a los atascos en los ríos y mares.
