Pipas Facundo cumple 75 años

Palencia

El 27 de noviembre de 1944 nacía FACUNDO en Villada (Palencia), simultáneamente con el matrimonio de Lola y Facundo. Con ellos surgió una empresa familiar dedicada a la fabricación y venta de frutos secos. Durante la posguerra, había pocas posibilidades para la alimentación de libre comercio, ya que la mayoría de los productos estaban intervenidos. Aun así, los frutos secos sí que permanecían libres y especialmente las pipas de girasol. La empresa cumple en este 2019 su 75 aniversario.

Facundo y Lola vieron ese ‘nicho de mercado’ y lo acometieron con valentía, sin capital propio y partiendo de un crédito inicial de 90.000 pesetas del Antiguo Banco Hispano Americano. A base de fuerza y tesón iniciaron un bonito proyecto de empresa que, además, satisfacía unas necesidades de alimentación sana a un precio realmente atractivo (“…ese hombre no tiene ni para pipas…”), cubría los tiempos de ocio y diversión, fomentaba los consumos de grupo… ¿Quién negaba un puñado de Pipas Facundo a un amigo?

Gradualmente formaron un equipo de personas trabajadoras, leales y solidarias; gente sencilla, hombres y mujeres de campo que sentían la empresa como propia porque de ella comían tanto los jefes como ellos. FACUNDO se anticipó a lo que ahora se conoce como Responsabilidad Social Corporativa.

En los pueblos de Castilla cuando se tocaba ‘a rebato’, por ejemplo a causa de un incendio, sus hombres y mujeres eran capaces de jugarse la vida por apagar el fuego de cualquier vecino, todos ayudaban a todos. Por esa filosofía, no resulta extraño comprender que ante un grave accidente ferroviario como el ocurrido frente a la fábrica el 21 de agosto de 2006, de inmediato los trabajadores de FACUNDO pararan todas las máquinas, saltaran las vallas del ferrocarril y subieran a sus vagones para salvar la vida a los viajeros heridos.

Uno de los principios filosóficos de los fundadores de FACUNDO era idear cosas nuevas, distintas de las que hacían los demás y, al tiempo, la incorporación gradual de novedades en la empresa fue seguida por la competencia. FACUNDO ha sido pionera en tostar Pipas de Girasol por el sistema de aguasal, en vez de salarlas con sal y secar sin tostar poniéndolas al sol, como hasta entonces se hacía.

FACUNDO también fue pionera usando el polietileno para envasar el producto terminado, en vez de los famosos sacos de yute, y compró la primera máquina envasadora automática partiendo de una bobina y dosificando la cantidad con unos vasos volumétricos.

Además, FACUNDO se inició en las técnicas de Marketing cuando ni siquiera se conocía bien el significado de esa palabra que hoy tanta importancia tiene. Un ejemplo de ello es la ubicación de publicidad exterior en sus vehículos de reparto. El primer logotipo de FACUNDO, todavía hoy vigente, se constituye aprovechando la alegoría de “dar en el Blanco”, “dar en la Diana” (como sinónimo de acertar) relacionándolo con la coincidencia del nombre y apellido del fundador de la empresa: Facundo Blanco.

El atrevimiento de crear un ‘toro filósofo’ es para hacerle hablar en el momento de la muerte con una clara y contundente reflexión: “…Siento dejar este mundo sin probar Pipas Facundo”.

En la actualidad Facundo, con 100 empleados en sus dos factorías de Villamuriel y Villada, a los que hay que añadir otros 40 colaboradores que trabajan en la venta y promoción de los productos, es una empresa moderna, robotizada, que ha encontrado en la diversificación de sus productos su mejor baza. Las pipas se siguen fabricando en Villada, mientras que los Chaskis son el producto estrella de la factoría de Villamuriel de Cerrato. En el año 2016 la marca logró el premio al aperitivo más innovador del año. En la actualidad ahonda en la I+D+I para la mejora de la calidad de sus productos.