Podem se levanta de la mesa de negociación y Compromís contempla todos los escenarios

Valencia

La que parecía iba a ser la última jornada de negociación entre PSPV, Compromís y Unides Podem-EUPV para reeditar el Pacto del Botànic ha vuelto a dar un giro inesperado. El reparto de competencias, especialmente algunas tensiones entre estas dos últimas formaciones, hacen de momento imposible el acuerdo.

La formación morada se ha levantado de la mesa negociadora que este martes se ha reunido en la sede de los socialistas. Han abandonado las negociaciones y eso significaría que podrían no formar parte del Gobierno, aunque sí apoyar este miércoles la investidura de Ximo Puig como presidente de la Generalitat.

Unides Podem está consultando con sus "órganos" si acepta la última oferta planteada por PSPV y Compromís que, según Antonio Estañ, miembro de la comisión negociadora, es inasumible.

Estañ afirma que se ha dado marcha atrás en algunos de los acuerdos alcanzados, que hay reticencias en cederles competencias sobre el cambio climático porque hay quien se ha creído que las competencias son suyas. Así las cosas, podría reconsiderar su intención de entrar en el Consell, aunque sí garantizaría ocho votos de sus diputados para la investidura de Puig. El secretario general de Podem añade que su formación no puede ir más allá.

La oferta plateada pasaría porque Podemos tuviera Transparencia y la conselleria de Vivienda, con atribuciones en sostenibilidad energética. Sin embargo, Àgueda Micó de Compromís, no quiere dar detalles de cual es ese ofrecimiento, por respeto a los demás, y espera que el partido regrese para seguir negociando la arquitectura de un Consell a tres. Micó no cree que el pacto corra peligro, pero la pelota está ahora en manos de los morados.

Por su parte, la portavoz del PP, Isabel Bonig, insiste en el lamentable espectáculo que están ofreciendo los partidos del Botánico, en una pelea por ocupar los sillones más que ocuparse de los intereses de los valencianos.

Este miércoles debe comenzar el pleno de investidura de Ximo Puig, pero esta mañana se ha especulado con utilizar un instrumento que no se había usado hasta ahora en la historia de les Corts: que después del discurso se suspendiera la sesión hasta el día siguiente. Se ganarían 24 horas para formalizar y firmar el pacto, pero habrá que preguntarse también si compensa el espectáculo que se daría de falta de acuerdo. Mal síntoma para arrancar la legislatura.