El Ayuntamiento de Santiago pone fin a la etapa 2015-2019
La corporación municipal celebró el último pleno municipal antes de la constitución del nuevo gobierno local
:quality(70)/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisaradio/66FG5BE2NRN5PK3BUIW2KN7KZU.jpg)
Un instante de la última sesión plenaria del Ayuntamiento de Santiago, con la que se puso fin a la legislatura 2015-2019 / Concello de Santiago
Santiago de Compostela
El Ayuntamiento de Santiago celebró el último pleno municipal con el que puso fin a la legislatura que comenzó en 2019. El alcalde en funciones, Martiño Noriega, presidió una última sesión breve, en la que las emociones estuvieron a flor de piel, y en la que varios concejales dijeron adiós.
Así, la mañana en el Ayuntamiento compostelano fue ajetreada, bulliciosa en los pasillos, con corrillos y despedidas entre concejales que han compartido la corporación en los últimos años.
El pleno extraordinario no llegó a cinco minutos de duración. Se aprobaron sin alegaciones las actas plenarias de las últimas sesiones y Martiño Noriega dedicó a sus compañeros palabras de agradecimiento. Pese a las tensiones vividas durante la legislatura, especialmente en este último año en el que a Compostela Aberta se le hizo más complicado conseguir los apoyos de las fuerzas progresistas, Noriega afirmó que fue "un honor haber compartido mandato con vosotros". Además, se dirigió de forma especial a los concejales que no seguirán en la corporación, a los que deseó "lo mejor" en su futuro.
Dos de los concejales que no continuarán en la corporación municipal son Paco Reyes y Rubén Cela, hasta la fecha portavoces del PSOE y del BNG, respectivamente. Ambos coincidieron en señalar la felicidad y satisfacción por el trabajo realizado, y miran ya hacia las nuevas etapas profesionales en su futuro.
Concretamente, Reyes admitió su satisfacción y "el honor" por haber representado los intereses de los santiagueses, mientras que Cela reconocía su emoción tras haber participado en su último pleno, y rememoró algunos de los momentos vividos en la corporación, como el accidente de Angrois.
A pesar de que hubo sesiones tensas y broncas, los dos portavoces destacaron el clima de cordialidad entre los componentes de la corporación. Un clima que quedó evidenciado en los largos abrazos y saludos que se intercambiaron al término de la última sesión plenaria.