Candeleda: historia antigua y naturaleza virgen

Ávila

En el extremo sur de la provincia de Ávila y protegida por la Sierra de Gredos, la villa de Candeleda es un lugar único por su clima y sus paisajes. Situada en el punto en el que se unen las comunidades autónomas de Castilla-La Mancha, Castilla y León y Extremadura está a unos 180 kilómetros de Madrid.

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Se encuentra en el valle que forma el río Tietar, afluente del Tajo. El pico Almanzor protege la zona de los vientos del norte, por lo que tiene un clima cálido que permite una vegetación exhuberante, con palmeras o naranjos en sus calles. Esto contrasta con el paisaje de alta montaña que ofrece Gredos.

Tiene unos 5.000 vecinos censados aunque en verano su población aumenta exponencialmente. Y es que ofrece al visitante la posibilidad de desconectar rodeado de naturaleza, hacer turismo ornitológico, practicar deportes como el senderismo o la escalada, refrescarse en el agua que baja de las gargantas formando piscinas naturales o visitar un castro que nos mostrará nuestro pasado celta.

Naturaleza virgen

El entorno de Candeleda ofrece al visitante numerosas posibilidades para practicar el senderismo, con distintos niveles de dificultad, ya que hay hasta seis rutas homologadas, perfectamente señalizadas. Para los más osados recomendamos la Ruta de los Pozos del Tío Ruperto, que se inicia en la plaza de Candeleda, a 424 metros sobre el nivel del mar, y termina a unos 1.600 metros de altitud tras recorrer unos 10 kilómetros.

La ribera del río Tietar y el embalse de El Rosarito forman un ecosistema en el que es posible observar gran número de aves: martín pescador, cigüeña negra,  silbón europeo, cormorán grande, gaviota reidora, lavandera blanca,garza real, espátula, garceta común, garceta grande, grulla común...

El Ayuntamiento de Candeleda ha acondicionado un Observatorio denominado 'Las Tejoneras' en el paraje conocido como Laguna del Rincón. Se ha diseñado una ruta para llegar caminando desde el municipio hasta este lugar en el que una caseta de madera permite a los visitantes pasar desapercibidos mientras avistan y fotografían a las diferentes aves que utilizan esa charca.

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Además del embalse de El Rosarito, en los alrededores de Candeleda hay piscinas naturales en las gargantas que forman los arroyos que bajan desde la Sierra de Gredos, lugares acondicionados para el baño en plena naturaleza. Tenemos por ejemplo el charco Carreras y el charco Palomas en la Garganta de Santa María.

Y hay un campo de golf, de nueve hoyos, gestionado por el Ayuntamiento. El recorrido tiene nueve hoyos y unos seis kilómetros. También es posible hacer turismo ecuestre en la zona.

Antepasados celtas

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Cerca de Candeleda se puede visitar el castro celta de El Raso, ciudad vettona que estuvo habitada entre los siglos III y I antes de Cristo. Tenía una muralla de unos dos kilómetros y unas 600 casas en su interior.

Allí pueden verse las excavaciones arqueológicas que han dejado al descubierto la planta de algunas viviendas y parte de la muralla. Para ayudar a comprender la cultura vettona se han reconstruido algunas casas y se puede visitar cerca de allí un Museo Arqueológico con algunas piezas encontradas en la zona. El acceso al castro y al Museo es gratuito.

Arquitectura popular

Muchas de las casas de la villa conservan la arquitectura típica de la zona con balcones corridos de madera. Un paseo por la calle del Moral nos permite disfrutar de alglunas de esas Casas Entramadas, de los siglso XVI y XVII, muy bien conservadas.

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Unas de las fachadas más conocida es la de La Casa de las Flores, un edificio construído en el siglo XIX que además de ofrecer una hermosa vista tiene en su interior un museo dedicado al juguete antiguo y de hojalata, con piezas muy singulares.

También destaca la llamada Casa de la Judería, que fue sede de la Inquisición en los siglos XV y XVI.

El Museo Etnográfico tiene varias exposiciones permanentes dedicadas a la villa en época medieval, al castro celta de El Raso y a la visita que el rey Alfonso XIII realizó en el año 1911.

Y ya fuera del casco urbano, a seis kilómetros, está el Santuario de Nuestra Señora de Chilla, patrona de la localidad que celebra sus fiestas a mediados de septiembre con una popular romería

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Por último están los Sequeros, edificios de madera y piedra de dos plantas que se utilizaban tradicionalmente para secar los pimientos y producir pimentón, uno de los productos típicos de esta zona limitrofe con la comarca de la Vera en Cáceres.

La gastronomía

Las faldas de la Sierra de Gredos han sido lugar de pastoreo de cabras durante siglos. Algunos pastores pasaban casi todo el año aislados en las majadas. El queso de cabra y el cabrito son dos de los productos gastrónomicos más destacados. A eso hay que sumar el pimentón que se produce en la zona. Y frutas como la cereza o el higo 'cuello de dama'.

Su paisaje, su flora y su fauna, su patrimonio histórico y su gastronomía hacen de Candeleda uno de los mejores lugares de España para reconciliarse con uno mismo y disfrutar de las vacaciones. ¿Te apuntas?