'Sinceridad'

La Línea de la Concepción

El presidente del Gobierno en funciones y candidato a la investidura, Pedro Sánchez, y el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, se entrevistaron ayer en la Moncloa para negociar un acuerdo que culmine en una colaboración permanente a lo largo de la legislatura, pero la reunión terminó sin avances y, al parecer, con las posiciones muy alejadas.

Según informaron ayer los distintos medios nacionales, el líder de la formación morada continúa pidiendo o exigiendo su entrada y la de otros miembros de su partido en el Gobierno para votar la investidura de Sánchez, pero los socialistas no están dispuestos a un Ejecutivo de coalición, y para fortalecer su posición se sustentan en los malos resultados de Podemos y su casi permanente crisis interna.

Así, el PSOE insiste en un Gobierno de cooperación, pero a estas alturas ni el mismo presidente en funciones sabe muy bien en qué consistiría esta fórmula. Sólo ha concretado hasta la fecha que en el Gobierno habría ministros independientes que no podrían atribuirse a un partido u otro, pero eso ya ocurría en el Ejecutivo anterior con Fernando Grande-Marlaska, Pedro Duque o Nadia Calviño.

Lo que sí parece claro es que la distancia entre las posturas de ambos partidos es amplia y que por mucho que unos y otros hablen de voluntad de entendimiento, las posibilidades de alcanzar algún tipo de acuerdo parecen remotas, al menos en estos momentos.

Y eso lo percibe el electorado, bastante cansado después de participar en varias convocatorias seguidas y de otras tantas semanas de negociaciones, rupturas y pactos para formar gobiernos en los ayuntamientos y en las comunidades. Creo que los electores agradecerían bastante un ejercicio de sinceridad por parte de los futuros gobernantes, de igual forma que agradecerían que no les tomaran el pelo aquellos que simulan hacer luz de gas a la extrema derecha para luego llegar a acuerdos con ella.