Los restos del pecio holandés del S.XVII sumergido en Cádiz serán trasladados
La Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz va a invertir casi 300.000 euros en la operación, obligada ante la dificultad que la presencia del yacimiento entraña para la maniobrabilidad de los buques en la nueva terminal
Cádiz
Los restos del buque mercante holandés del siglo XVII encontrados en la bocana del muelle de Cádiz durante las obras de la nueva terminal de contenedores van a ser trasladados. La Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) va a invertir casi 300.000 euros en tratar y trasladar los restos del pecio, el tercero encontrado en el fondo del puerto gaditano y que por ello mismo fue denominado ‘Delta III’.
Cuando fue hallado, el pecio y sus restos ocupaban un área aproximada de 180 metros cuadrados sobre un fondo de arena a más de 12 metros de profundidad. La embarcación conservaba unos 20 metros de eslora. Entonces, la APBC encargó un análisis del yacimiento por una empresa especializada, que explicó que el buque se corresponde con un tipo de barco de construcción a casco previo, típico de astilleros del norte de Holanda durante los siglos XVII y XVIII. El buque era de nacionalidad holandesa con un cargamento compuesto de pipas de caolín, crisoles de Hesse y restos de bronce para fundición.
Sólo hay constancia en los registros de un barco construido con estas características, y que se perdió en Cádiz en el año 1671. Su hundimiento se vincula a un tornado desatado en la Bahía de Cádiz el 15 de marzo de ese año, que llevó a pique a numerosos buques que se encontraban fondeados en la zona.
La estructura de madera del buque se encontraba en mal estado, y tras un minucioso análisis, la APBC ha decidido ahora trasladar el barco a una zona de cautela para retirarlo de la zona de reviro y maniobras del canal de navegación.
La cota a la que se encuentra el pecio afecta a las maniobras de buques de la nueva terminal de contenedores, y por ello los técnicos considera que es “imposible” la preservación ‘in situ’ del yacimiento arqueológico, tal y como establece la Convención de la Unesco y el libro verde del Plan Nacional de Protección del Patrimonio Subacuático.
Los principales objetivos de esta tercera fase son la prospección del polígono de referencia, la recuperación de todos los elementos estructurales del pecio, la identificación de los restos, documentar cada elemento estructural que aparezca, un estudio pormenorizado de su construcción naval y el traslado y protección de los restos del pecio a una zona de cautela. Se contempla, además, el posible depósito de algunos materiales en el Museo de Cádiz.
En una operación anterior a la proyectada ahora se extrajeron distintos materiales que llevaba el barco, entre los que destacaban cañones, cerámicas y elementos de la vida cotidiana a bordo.