Sociedad
Turismo rural

Candelario, un "cuento" infinito

Visitamos uno de los municipios más bellos de la provincia de Salamanca

Una de las calles de Candelario. PINCHA SOBRE LA FOTO PARA VOTAR. / Alex Lapuerta Getty Images

Salamanca

Érase una vez un lugar escondido en la montaña... Candelario no es sólo uno de los Pueblos más bonitos de España, asociación de la que forma parte desde hace un par de año.

Candelario es un cuento en sí mismo. Es paz, silencio y disfrute. Pasear por sus calles, disfrutar de su cuidada arquitectura, su historia, su patrimonio y, sobre todo, de su entorno: bosques y montañas que en los meses de invierno se tiñen de blanco.

Fuente pública. / Alf

La villa se escalona en la ladera de la sierra de su mismo nombre, lo que hace inevitable que su entramado callejero sea complicado, con las calles principales en el sentido de la pendiente y las calles y callejas secundarias transversales a las anteriores. Esta falta de horizontalidad confiere a sus rincones un sabor y una estética especial y, en consecuencia, el paseo por el interior de su casco urbano es cansado, pero siempre relajante y placentero.

Esta estética tan especial y el hecho de ser uno de los núcleos mejor conservados de la provincia, le mereció la declaración en 1975 de Conjunto Histórico-Artístico. Sus callejas estrechas y empedradas son recorridas por sus conocidas regaderas (canales de agua cristalina recogida de las nieves de su sierra) con curvas y recovecos que sorprenden al visitante que se adentra en ellas.

Una declaración que también se debe al mantenimiento de las tradiciones y costumbres que los antepasados dejaron como legado, como la celebración de la Boda Típica o la representación del Vía Crucis que tiene lugar en la Cuesta de la Romana.

 Además de las regaderas, otro de los elementos más curiosos y fácilmente reconocibles es la batipuerta, que protege el acceso de las casas.

Uno no puede dejar de disfrutar de sus numerosas fuentes, de la Iglesia de Nuestra Señora de La Asunción o de la Ermita del Humilladero. También es obligada la visita a la casa chacinera, un Museo Etnográfico que muestra el modo de vida básico en Candelario a finales del siglo XIX y principios del XX.

Senderismo

El entorno en el que se encuentra Candelario invita a salir del casco urbano para disfrutar de la naturaleza y respirar aire puro. Existen varias rutas señalizadas alrededor del pueblo, como La Garganta del Oso o el Paseo por la Cruz del Herrerito.

Además, a media hora en coche se encuentra la Covatilla, estación invernal con 24 pistas y algo más de 20 km esquiables, entre los 2.000 y los 2.360 m de altitud.

Y colorín colorado, ¿aún no lo has visitado?

 
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