Un médico del Hospital de La Línea, premiado por el Congreso de la Sociedad Española de Documentación Clínica

La Línea de la Concepción

Un médico del Hospital de La Línea de la Concepción ha recibido un premio a la mejor comunicación oral en el último Congreso de la Sociedad Española de Documentación Clínica, celebrado en Toledo. Andrés Posada, médico de Documentación Clínica del centro linense y profesor asociado de Historia de la Ciencia en la Facultad de Medicina de Cádiz y la Facultad de Enfermería de Algeciras, ha obtenido este galardón por un trabajo titulado ‘La documentación y la información clínica en las Universidades Españolas’.

Además de Posada, que es el autor principal de la comunicación y el encargado de presentarla en esta reunión científica, ha contado con la participación de Julio González-Outón, médico de Admisión del Hospital de Puerto Real y también profesor de la Universidad de Cádiz; Ana María Díaz, especialista en Anatomía Patológica en el Hospital de La Línea, y María del Rosario Quintiana, médico de familia del Centro de Salud de La Velada de La Línea.

Según explica Posada, la documentación e información clínica se ha convertido en una herramienta imprescindible para la gestión sanitaria en los hospitales españoles desde hace más de 30 años. Sin embargo, hay hospitales en que los residentes y algunos adjuntos jóvenes desconocen estas materias y se sorprenden cuando se les explican las herramientas disponibles en las unidades de documentación clínica de bases de datos del conjunto mínimo básico de datos (cmbd), sistemas de clasificación de pacientes y sus indicadores de gestión, y su relación con la gestión por procesos, los indicadores de calidad o la seguridad del paciente. Por este motivo, añade que los autores del trabajo se han visto en la necesidad de estudiar las diferentes guías docentes en las facultades de medicina con el objetivo de comprobar el grado de docencia del área de documentación e información clínica en ellas.

Para ello, han realizado un estudio descriptivo en los planes y guías docentes de todas las facultades de medicina de España, tanto en la universidad pública como privada, observando si en los contenidos docentes se recogen temas relacionados con el área de conocimiento de documentación e información clínica; así como si existían o no asignaturas específicas con esta materia.

Tras evaluar la información recopilada, la conclusión obtenida en este trabajo es que sólo existe una asignatura específica de la categoría de admisión, información y documentación clínica. También comprobaron que existen asignaturas donde se tratan algunos de los aspectos de la historia clínica y los registros sanitarios como el cmbd, sobre todo en el área de historia de la ciencia y documentación médico científica, pero también en medicina preventiva, e incluso en medicina legal y forense. Por ello, consideran imprescindible los autores fomentar en la universidad asignaturas que reflejen esta área de conocimiento como especialistas en documentación e información médica.

Andrés Posada también fue premiado el pasado mes de febrero con el Premio Martín Farfán de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Cádiz por una investigación sobre el uso de la metodología AMFE (Análisis Modal de Fallos y Efectos) en el plan de mejora de seguridad del paciente del bloque quirúrgico de un hospital comarcal.

En dicho trabajo, el médico documentalista expuso que la seguridad de los pacientes es una prioridad para cualquier sistema sanitario y una obligación ética para los profesionales. La realidad, sin embargo, es que los pacientes sufren daños durante la atención sanitaria, y estos daños se asocian a muertes que podrían ser evitables. Por ello, destaca que hay evidencia de que la disminución de los eventos adversos está más relacionada con la mejora de los aspectos organizativos que con las conductas individuales. Con este trabajo, en el que también participó el profesor de la Universidad de Granada Juan José Pérez Lázaro, el autor ha querido introducir mejoras en la organización que se traduzcan en una práctica clínica más segura, tanto para los pacientes como para los profesionales.