Bucear el Camino de Santiago
Un monolito anclado en la Isla de Mouro marca, bajo el agua, "la ruta de Santiagua"
Adolfo Rodríguez, Camino de Santiagua
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Santander
“Desperté con una idea en la que se fundieron mi experiencia como Xacobeo y la pasión de sumergirme entre las aguas del Cantábrico. Esa noche nació el Camino de Santiagua”. Adolfo Rodríguez, más conocido como Euskobuzo, que se define como un soñador, explica así como nació la idea de calzarse las aletas para hacer el Camino de Santiago.
En Hoy por Hoy Cantabria, hemos hablado con él y nos ha contado que, tras cerca de dos años de trabajo, el proyecto se pone en marcha y abrirá una ruta Subacuática pionera del Camino de Santiago, para que sea recorrida por cualquier buceador.
Acompañado por otros 3 buceadores, Iker, Nekane y Deva, recorrerá toda la cornisa cantábrica en un total de 21 etapas, en las que darán a conocer los centros y clubs de buceo colaboradores, sus pueblos y sus gentes, pero sobre todo, la belleza desconocida para muchos buceadores del mar Cantábrico. Para ello van a colocar una serie de monolitos de dirección hacia Santiago. Uno de ellos, en la Isla de Mouro de Santander, y los 6 restantes en Hondarribia, San Sebastián, Getxo, Gijón, Ribadeo y La Coruña. Además, también se colocarán en superficie, en aquellas localidades por las que discurre el camino, cuyo ayuntamiento lo requiera.
Monolito que señalizará la ruta por tierra. / Cadena SER
Cada una de las etapas se divide en dos actividades: buceo y trekking.
A primera hora de la mañana se realizarán las inmersiones en los puntos más emblemáticos a lo largo de la costa cantábrica, colocando los monolitos según corresponda y luego se cubrirá la distancia hasta la siguiente localidad a pie como un peregrinosub y pernoctando en albergues, hostales o acampando con las estrellas como tejado.
Los 4 “peregrinosubs’, junto con un equipo de apoyo, compartirán esta aventura que iniciarán el próximo 25 de julio, festividad de Santiago, con la ilusión de llegar a la plaza del Obradoiro, donde lucirán todo su equipo de buceo reglamentario, como si de un atuendo de gala se tratara, rindiendo pleitesía al santo patrón con el orgullo de haber logrado el desafío. Algo que esperan lograr el próximo 1 de septiembre.
