Represalias, trabajo a destajo y comentarios machistas a las limpiadoras de Osakidetza en Vitoria
Los sindicatos LAB, ESK, ELA, CCOO, UGT y USO denuncian la situación insostenible que se vive en la contrata del Gobierno vasco
Vitoria
Los sindicatos LAB, ESK, ELA, CCOO, UGT y USO denuncian la "represión sindical" que sufren las trabajadoras de limpieza de Osakidetza contratada a la empresa Garbialdi. Aseguran que están sometidas a despidos, sanciones, reparto de tareas desequilibrado, comentarios machistas, y que Osakidetza está al tanto y no adopta ninguna decisión.
Estas trabajadoras relatan que la creación en 2017 de un sindicato, CUT, agravó la situación; CUT que -según denuncian el resto de centrales sindicales- manejan mandos de la propia empresa Garbialdi. Las trabajadoras afines a CUT, denuncian los sindicatos, reciben tratos especiales, y las que se niegan a someterse, son castigadas.
Más de la mitad de la plantilla de limpieza está de baja por lesiones al tener que trabajar a un ritmo excesivamente alto, para alcanzar los tiempos que la empresa impone. También denuncian que las bajas no son sustituidas y son sus compañeras las que tienen que cubrir sus puestos, realizando un doble trabajo en el mismo tiempo y sin ser remunerado de manera especial.
"la empresa llama para que se cojan el alta"
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A las trabajadoras que no son afines al sindicato CUT y se niegan a doblegarse, se les conceden jornadas laborales mucho más desfavorables y son obligadas a realizar trabajos que no son de su ámbito; y si se niegan, son sancionadas.
Otra de las denuncias que se suma a esta larga lista tiene que ver con los productos de limpieza. Aseguran que no son efectivos y no esterilizan como es debido: teniendo en cuenta que se trata de la limpieza de centros sanitarios, lo consideran un problema de vital importancia. Esto, concluyen, les lleva a que el "nivel de limpieza de los lugares de curas u operaciones sea dudoso".
Todas las fuerzas sindicales manifiestan que Osakidetza es consciente de las situaciones que las trabajadoras tienen que vivir y, sin embargo, no ha puesto en marcha mecanismos para evitar que estas situaciones se sigan dando, por lo que anuncian protestas y movilizaciones después del verano.