Perros sueltos acaban con la mitad de las ardillas introducidas en el Jardín del Turia

Valencia

De las cuatro ardillas rojas que el pasado mes de mayo se introdujeron en el Jardín de Turia, solo queda un ejemplar. Dos de ellos han sucumbido a ataques de perros sueltos, y otro ejemplar ha sido arrollado por un vehículo. Se trataba de los cuatro primeros ejemplares en pisar el Jardín del Turia, como parte de este proyecto pionero que, según la bióloga y veterinaria, Nerea Marín, ayudará a entender estos jardines no solo como espacios verdes ornamentales, sino como ecosistemas complejos.

Era una posibilidad que estas ardillas sufrieran ataques de depredadores, aunque, según la bióloga Nerea Marín, “temíamos más los ataques de gatos por ser animales más difíciles de controlar. La verdad es que da un poco de rabia comprobar que han sido perros cuyos dueños los llevaban sueltos en lugares donde no debían hacerlo, y no les han prestado la suficiente atención. Las ardillas eran ejemplares jóvenes y curiosos por conocer su entorno y otros animales, lo que ha acabado por costarles la vida.”

Sin embargo, estos ataques a las ardillas no van a detener el proyecto, de hecho, en unas semanas está prevista la suelta de cuatro nuevos ejemplares, que en estos momentos están en el Centro de Recuperación de Fauna de El Saler de la Generalitat Valenciana, que colabora en este proyecto pionero. Estos mamíferos además, pueden ser beneficiosos para el medio ambiente ya que está demostrada su “colaboración” a la hora de dispersar semillas de árboles y arbustos.

Las ardillas están dotadas de un collar emisor para hacer un radio seguimiento y poder así observar y recoger datos de las zonas que les resultan más atractivas y de sus costumbres en libertad.

Estos animales proceden del Centro de Recuperación de Fauna de El Saler, al que llegaron este año recuperados del medio natural; son ejemplares juveniles perdidos o lesionados que, una vez repuestos, tendrán con esta acción de naturalización del Jardín del Turia un nuevo hogar.

El proyecto tiene además fines educativos, pues representa un nuevo recurso de educación ambiental, tanto en lo que hace al conocimiento de la vida y costumbres de esta especie nativa, como de la importancia de nuestros parques y jardines en la conservación de la biodiversidad; esta posibilidad se planteará principalmente entre las escuelas de la ciudad.