'El postureo'
En la sociedad actual, la vida en comunidad está ligada a juzgar a las personas, ya sea por su forma de vestir, por sus gustos, por sus aficiones, por su imagen
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Algeciras
En la sociedad actual, la vida en comunidad está ligada a juzgar a las personas, ya sea por su forma de vestir, por sus gustos, por sus aficiones, por su imagen, etc. etc. Todo ello nos ha llevado a que la gente quiera aparentar en ocasiones ser un triunfador, para gozar del aplauso fácil y el reconocimiento de los demás, dando lugar a algo que se ha puesto muy de moda como es lo que se ha denominado en llamar "el postureo".
El postureo significa imitar la estética de un colectivo sin que tenga nada que ver con su ética. Se trata de dar una buena imagen, con el fin de demostrar a los demás que se es feliz, o que se es solidario, o buena persona, aunque realmente no sea así, o incluso no se esté convencido de ello. Estiman los psicólogos que detrás de todo ello, lo que realmente hay es una falta de autoestima.
En el mundo de la política el postureo inunda las pantallas, el periodismo en general y las redes sociales todos los días, llegando no solo a informar, sino a crear noticias falsas. De esta forma resulta muy difícil darse cuenta de si realmente el personaje en cuestión está éticamente de acuerdo con lo que está representando, o son simples apariencias para ganar adeptos. Cuando las personas tienen capacidad de razonar por sí mismas y no dejarse engañar por las apariencias, pueden conseguir quitar el traje del postureo al político de turno que está intentando engañarnos, pero no cabe duda que esta capacidad de razonamiento y de sentido común, será mayor cuanto mayor sea la formación de las personas, de ahí se puede explicar el dicho de que a la clase política no le interese tener a la población debidamente formada.
Lo más peligroso de ese postureo es cuando se tiene tanto anhelo por la notoriedad y alguien cree que no lo está consiguiendo, lo que da lugar a situaciones grotescas, peligrosas y de mala educación, como está sucediendo con la nueva hornada de políticos sin escrúpulos, sin educación, que pierden las formas y se comportan como adolescentes sin juguetes o matones de colegio.
Ya en Éfeso, en el año 356 a.c. había un pastor de nombre Eróstrato que fue capaz de incendiar el templo de Diana, una de las 7 maravillas del mundo antiguo, con el único motivo de que le hicieran caso, de buscar la fama, la notoriedad y pasar así a la posteridad, utilizando todos los medios legales e ilegales a su alcance. Un ejemplo claro de postureo, que como vemos no es un asunto nuevo, pero que ahora lo vivimos y lo sufrimos constantemente.