Armengol deja la presidencia del Govern
Armengol deja de ser presidenta del Govern para proclamarse el equivalente a jefa de Estado, sobrevolando la gestión pero sin mancharse con el día a día

"La línea roja" de Matías Vallés (04/07/19)
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Palma
Solo una persona que haya ganado dos elecciones consecutivas puede indicarle a Francina Armengol cómo debe montar su Govern.
Por ejemplo, puede pronunciarse Gabriel Cañellas, que vivió tres investiduras triunfales consecutivas y una cuarta fallida.
Pues bien, Cañellas tardó una década en remover al eje de su Govern, para promocionar a renovadores como Rosa Estarás y Jaume Matas.
Por suerte o por desgracia, vivimos tiempos más acelerados que los años noventa.
De ahí que la mayor sorpresa del Govern que acaba de entrar en vigor consiste en la ausencia de una sola sorpresa.
Una vez acomodados los intrusos de Podemos y calmadas las siempre revueltas aguas de Més, la comunidad se remite a un Govern de repetidores, sin una sola broma o experimento.
De hecho, la novedad más espectacular se registra en el organigrama.
Armengol deja de ser presidenta del Govern para proclamarse el equivalente a jefa de Estado, sobrevolando la gestión pero sin mancharse con el día a día.
No hace falta aclarar que Armengol ha dejado la presidencia del Govern o Gobierno en manos de Iago Negueruela, un primer ministro plenipotenciario situado muy por encima del teórico vicepresidente Yllanes.
Y verán que no juzgamos, la elegida Armengol tiene derecho a elegir.




