El viaje del papel

Palencia

Ya casi han desaparecido del paisaje de las ciudades, y Palencia no es una excepción. Son los últimos afectados por la caída de las ventas del papel. La crisis económica, la irrupción de internet y los cambios socioculturales han hecho que uno de cada tres quioscos se vea obligado a cerrar sus persianas.

Gregorio Méndez lleva ligado a su quiosco trece años. Aunque está profundamente preocupado por la situación de su negocio, resiste pese a todo para mantenerse día a día, en una lucha constante contra las distribuidoras, que también quieren llevarse su parte, al tiempo que los medios de comunicación tradicionales; algunos, van cerrando, y otros se ven obligados a reiventarse por culpa de la internet.

En su lucha constante por superar el día a día, los quioscos han empezado a vender otros productos como coleccionables o chucherías. Piden a las instituciones ayuda para reconvertir los quioscos en un punto asociado al turismo; todo ello, para evitar que los quioscos más emblemáticos de la ciudad tengan que cerrar, algo que Goyo ha sufrido en compañeros cercanos.

A pesar de que ya le queda poco para jubilarse y, con suerte, espera hacerlo, no pierde la preocupación por un negocio que está pendiendo de un hilo.