Catalá acusa a Ribó de dividir a los ediles entre "los de primera" y "los de segunda"

Valencia

Mañana en el pleno del Ayuntamiento, el PP votará en contra de la organización del Consistorio que ha diseñado el equipo de Gobierno, porque "limita su capacidad de control" y, según ha indicado la portavoz popular, María José Catalá, "divide a los ediles" entre "los de primera", que son los de Compromís y el PSPV, y "los de segunda", los de los tres partidos de la oposición.

Catalá no descarta acudir a los tribunales, porque el paquete completo de medidas constituye, en su opinión, una "verdadera ofensiva" contra el PP, Ciudadanos y Vox. Según ha señalado, se limita el numero de preguntas y mociones que se pueden presentar en el pleno y de los ocho ediles, que han de tener dedicación parcial y no exclusiva todos de la oposición: cuatro de ellos del PP.

Catalá afirma que Ribó está "aplicando el rodillo" y evidencia que sus declaraciones de llegar a acuerdos con la oposición y hacer políticas de consenso, que hizo en campaña electoral, "no son verdad".

Los ocho ediles del PP van a constituir un "gobierno en la sombra espejo del equipo de gobierno", según ha adelantado este miércoles Catalá, que afirma que la estructura se cambiará en función de si el gobierno local aún cambia.

Opina, además, que la estructura es "mastodóntica" y "poco funcional", que se basa en "criterios políticos" y, dentro de estos, por "aspectos personales". Asegura que repite "errores de la pasada legislatura" y separa áreas que deberían estar juntas como, por ejemplo, Urbanismo y Medio Ambiente o Policía y Movilidad.

Catalá censura que el alcalde dijera que una vicepresidencia no tenía encaje legal y haya creado dos, y cree que no es "una buena idea" que la concejalia de Playas esté en manos de Grezzi. Manifiesta que hubiera sido mejor que el responsable fuese Sergi Campillo, pero que le ha colocado en la vicepresidencia para evitar la "guerra de egos" entre los ediles Fuset y Galiana por sucederle, según indica.

Catalá ha avanzado, además, que en el pleno del día 31 interpelará al Gobierno local sobre las aguas fecales que han llegado a las playas, mientras que el alcalde Joan Ribó ha dicho de ella que no mide sus palabras.