Soterrar el frente litoral: Esto no es una broma aunque lo parezca
Málaga
Ante el proyecto presentado por el alcalde para soterrar el frente litoral del centro –Muelle de Heredia, Paseo de los Curas, Avenida Cánovas, desde el Guadalmedina hasta el Hotel Miramar– la primera tentación es clamar con inevitable choteo: ¡otro camelo! ¡otro formidable camelo para que nos entretengamos años! El proyecto, aparentemente improvisado en campaña electoral después de que el PSOE presentara una opción menor, tiene ese aire inconfundible del camelo. Y además, si eres malagueño, el escepticismo ante estas cosas es sencillamente obligatorio en defensa propia.
Soterrar el frente litoral: Esto no es una broma aunque lo parezca
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Y sin embargo….
Y sin embargo… como decía Galileo, quizá eppur si muove.
No, no es un proyecto improvisado sino una idea que emana de unos estudios encargados por la EMT al arquitecto y urbanista Salvador Moreno Peralta, y al ingeniero José Alba. La motivación era estudiar la movilidad de Málaga, y en concreto los autobuses. Pero la lógica de la idea, más allá de esa cuestión, es bastante obvia. La movilidad de Málaga, cuya clave es el eje este-oeste, va a estrecharse en la Alameda por la semipeatonalización mientras crece el atractivo del centro y el Muelle 1, y se prepara la comercialización de Muelle 4 frente al Soho. Esto sobrecargará la zona. Y, por tanto, hay que planificar.
Y ahora volvamos a la cuestión de los autobuses, porque la idea surge para el intercambio modal de autobús metropolitanos bajo la plaza de la Marina. Una de las exigencias del siglo XXI es el transporte público para la sostenibilidad de las ciudades, que es algo más que una palabra fetiche. En un número reciente de National Geographic se planteaba que el futuro de las ciudades será ese, o no será..
Jan Gehl, el gran urbanista danés, recuerda que el compromiso de cada generación es dejar una ciudad mejor; y esos dos kilómetros y medio soterrados sí dan opciones de hacer mejor, mucho mejor, la ciudad: el Parque cosido con el Palmeral, el Soho extendido, un gran espacio público tras la Playa de la Malagueta... Claro que soñar no es gratis; al revés, soñar a lo grande es carísimo a lo grande. Por tanto, sería conveniente que además de hacer planes, hagan números. Por supuesto, los tiempos de los proyectos técnicos son diferentes a los tiempos políticos y a los tiempos periodísticos; pero De la Torre va a tener que dar algo más que un buen eslogan de campaña y un buen titular. Hasta entonces, sonará a camelo.