Nadie quiere ser médico penitenciario y "hacen mucha falta"
Los penales de Ocaña I y II están atendidos solo por dos facultativos de los cinco que necesitan
La Plataforma de sanidad penitenciaria amenaza con una huelga si no hay traspaso de competencias a las CC.AA
Toledo
Castilla-La Mancha está sin médicos en las prisiones. Ocaña I y II tienen prevista una dotación por el Ministerio del Interior de cinco médicos cada centro y solo hay dos. En vacaciones acumulan 30 guardias en un mes.
La situación no es mejor en penales más pequeños como el de Alcázar, actualmente solo hay uno de una dotación de dos. La portavoz de la Plataforma de Sanidad Penitenciaria, Carmen Hoyos, dice que "está habiendo una gestión absolutamente inadecuada que está ocasionando que aquí no quiera venir a trabajar nadie y que la población penitenciaria de muchos centros está limitada actualmente a una asistencia de patología de urgencias sin seguimiento de patologías mentales o infecciosas".
Con seis centros penitenciarios, la región tiene una población reclusa de 1800 internos pero a duras penas se cubren las bajas y las vacaciones de los facultativos que les atienden.
Lo que pasa en Castilla-La Mancha es lo que ocurre en la mayoría de comunidades. No en Cataluña, asegura Hoyos, comunidad que tiene transferidas las competencias, que es lo que se reivindica. No están equiparados a los que ven pacientes en un centro cualquiera de salud y con cuenta gotas se encuentra a médicos para las cárceles: en la última convocatoria, según subraya, solo siete personas han optado a 35 plazas convocadas por el ministerio y han aprobado cinco
Los médicos penitenciarios dependen del Ministerio del Interior y ofrecen una atención muy específica. Pedro Martínez, médico en la cárcel de Ocaña, en Toledo, asegura que "siente muchísimo estrés porque su trabajo es como si en un Centro de Salud solo se atendieran urgencias"
En tan desoladora situación, los representantes sindicales aguardan a ver si hay Gobierno o no y amenazan con una huelga. En tres años la plantilla de profesionales en todo el país se ha reducido en más de un 40 por ciento.