Ningún caso de conciliación familiar registrado en Palencia en base a la nueva legislación

Palencia

Es una normativa que lleva en vigor desde marzo de este año, pero no son muchos los trabajadores los que la conocen. Se trata de una modificación del apartado 8 de su artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores, por el cual se contempla el derecho de las personas trabajadoras a solicitar la adaptación de la duración y distribución de la jornada de trabajo, tengan hijos a su cargo menores de 12 años o no. Esto implica la reducción de la jornada, con la consiguiente bajada de sueldo, o la adaptación de la misma, con las mismas condiciones salariales.

Desde la mesa del diálogo social, la recepción de esta medida es algo diversa. Julián Martínez, de UGT, la entiende como un "avance en la idea de tener conciliación familiar y personal respecto de la vida laboral. Aunque bien es cierto que Palencia todavía no ha registrado ningún caso, ya se disponen de datos por medio de las sentencias dictadas, y es que en caso de que el empresario se niegue a adaptar o reducir la jornada del trabajador, se puede reclamar por la vía de la urgencia en los tribunales.

Algo con lo que no están de acuerdo desde CPOE. Su presidente, José Ignacio Carrasco, argumenta que se "está legislando sin contar con las necesidades de las empresas, o incluso a espaldas de ellas". Cosa que no ocurre con lo acordado mediante Convenio Colectivo, pues en esas negociaciones intervienen los interlocutores válidos como son sindicatos, patronal y trabajadores.

El principal problema de la medida, y que Martínez augura traerá conflictos entre sindicatos y patronal es la difícil aplicación de la normativa en empresas de pocos trabajadores, con dificultades para adaptar sus calendarios y la organización del trabajo. Esto puede crear controversia incluso entre trabajadores, por compañeros que quieran competir por la compatibilización, al tiempo que la empresa busca cumplir con la medida y mantenener sus intereses propios.

Algo que comparte Carrasco: "Pongamos el extremo de un camarero que quiere conciliar el 50% de su jornada establecida, no podría atender el servicio de la empresa, por lo que no le quedaría más remedio al empresario que prescindir de ese trabajador; ya que genera muchos más gastos tener dos trabajadores a media jornada que uno a jornada completa".