A contrarreloj

Zaragoza

Solo 24 horas después de la no investidura de Madrid, en Aragón siguen los contactos a la búsqueda de acuerdos. PSOE y PODEMOS han vuelto a sentarse esta viernes y volverán a hacerlo este fin de semana que se prevé intenso en reuiones. El reloj aragonés entra en cuenta atrás porque el martes que viene arrancará la primera sesión de la investidura del candidato Javier Lambán. Pero queda antes un largo camino a contrarreloj, con contactos permanentes y aislados, como se pueda, del ruido madrileño. Así va a discurrir este fin de semana en la política aragonesa. A esta hora y después de haberse reunido en la mañana del viernes, ni PSOE ni Podemos quieren decir ni una palabra. Saben que todo pende de un hilo y que, visto lo visto en la capital de España, mejor no aventurarse. Ni bien ni mal, la negociación va...Hasta ahí pueden leer. Hay tiempo todavía, decía hace solo unas horas, el secretario de organización Darío Villagrasa.

Y seguirán este sábado y este domingo. Poco más allá porque la semana que viene como tarde, Podemos deberá someter a sus bases lo acordado. Y aquí es donde cunde el pánico después de lo ocurrido el jueves. En las filas violeta, siempre imprevisibles, se desconoce a esta hora el efecto que puede tener en Aragón la no investidura de Sánchez. Por eso hoy, también han preferido guardar silencio. Silencio roto por el PAR que les pide responsabilidad.

Madrid no es Aragón y nunca como hasta ahora han querido que estuviera tan lejos. El PAR es la diferencia, porque aunque no esté sentado a la mesa de negociación, este partido es informado al instante de cada avance.

A esa ecuación se ha sumado ya Chunta Aragonesista y esta viernes por la tarde decidirá si también lo hace Izquierda Unida. No es decisivo Alvaro Sanz, el unico diputado de esta formación en la cámara aragonesa, pero sí simbólico y más después de lo ocurrido en la capital. Y simbólico es el tuit que el jueves lanzaba el líder de Podemos en Aragón: "Del estropicio parlamentario de Madrid solo diré que no han logrado un gobierno de coalición progesista. Y acaba Nacho Escartín diciendo: "mala noticia".