La incomparecencia de los denunciantes provoca el archivo de un caso de lesiones y robo con violencia

Valencia

Ocurrió en el Arena Sound de Borriana en 2017. Nadie se presentó al juicio. Ni los cuatro denunciantes, ni tampoco los dos denunciados. Y según consta como "hechos probados" en la sentencia, varios miembros del servicio de seguridad del festival llamaron a cuatro contratados en diferentes áreas porque se habían producido algunos hurtos y sospechaban que ellos eran los autores.

Así, los denunciantes, según consta como probado en las diligencias abiertas, fueron introducidos uno a uno dentro de una caseta y allí fueron golpeados, les registraron los móviles (que en algún caso hasta utilizaron para intentar localizar a otras personas que sospechaban los vigilantes trapicheaban con drogas) y les quitaron el dinero que llevaban encima. Los denunciantes sufrieron palizas por las que necesitaron asistencia sanitaria.

Todo eso figura como probado y era lo que tenía que sustanciarse en la vista que debía celebrarse hace unos días. Pero no se celebró porque nadie se presentó. Ni los denunciados ni tampoco los denunciantes y la vista se suspendió y el caso se archivó "debido a la inasistencia de la parte denunciante para ratificarse en los hechos en su día denunciados y de la parte denunciada para manifestar lo que estimara conveniente".

Al no poderse acreditar los hechos en la vista oral, dice la sentencia, "prevalece la presunción de inocencia". Se declara, por tanto, la libre absolución de los denunciados y se imponen de oficio las costas.

No es la primera vez que se producen denuncias similares en el seno del Arenal Sound, cuya edición de 2019 arranca, por cierto, el martes. No es la primera vez que se producen denuncias contra los vigilantes de seguridad de este festival. Ya en 2013 se produjeron dos denuncias por sendos episodios idénticos: asistentes increpados y hasta agredidos por hablar en valenciano.