Sanidad estival: cierre de camas y todavía más carencias en el medio rural
En Aragón, se han cerrado un 15 % de las camas hospitalarias, un 2% menos que el año pasado. En los pueblos, los médicos tiene que hacer frente también al aumento de población por los veraneantes
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Zaragoza
En Aragón se han cerrado un 15 % de las camas hospitalarias, son 530 de las 3.570 con las que cuenta la comunidad autónoma, es un 2 % menos que el año anterior. Desde este jueves, el mayor centro, el Hospital Miguel Servet ha cerrado un 10 % de sus camas aunque el mayor descenso de la actividad se registra en el Clínico, un hospital con 800 camas que cierra 184. Los sindicatos denuncian problemas para ingresar a los pacientes tras su paso por las urgencias.
No osbtante, el cierre de camas es menor al que se produjo, por ejemplo, el año pasado pero, aún con todo, en las urgencias de hospitales (que ya de por sí tienen problemas de espacio) están viendo aumentada la presión asistencial. Lo denuncia el sindicato CSIF, Evangelino Navarro.
"Ya está generalizado en el Hospital de Huesca el tener camas en los pasillos para poder atender a los pacientes y dejarlos en espera de ingreso porque en sus Urgencias ya no tienen más espacio". Además, recuerda que en el Hospital Royo Villanova hay problemas "320 días al año".
El Hospital Miguel Servet no ha cerrado camas en julio. El Clínico sí ha reducido su actividad en lo que a ingresos se refiere, con el cierre de 184 camas. Es que el más ha sufrido este año la falta de anestesistas, algo que se ha notado ya en la lista de espera. La situación es similar a la de otros años en los hospitales, incluso menor: el San Jorge de Huesca, es el único que en Aragón mantiene la misma oferta de camas. Otros hospitales como el de Teruel, el de Calatayud o el de Barbastro han cerrado 30 camas.
Sanidad estival en el medio rural
En los pueblos de Aragón, llenos de turistas un verano más, las vacaciones de los profesionales se notan con dobles consultas y centros de salud con falta de profesionales.
Se nota también en las ciudades. Teruel, en uno de sus centros de salud, tienen este mes la mitad de la plantilla de vacaciones pero mayor presión asistencial. En los pueblos, quienes tienen que desplazarse ven incrementada las poblaciones y los pacientes de su ruta.
Pilar Borrás, médica de Aguaviva, explica que "la dispersión geográfica es muy grande y estamos prácticamente todo el día con el coche". Para esta profesional, "la situación es compleja porque no encontramos a gente que se quiera establecer en esta zona, porque no hay buenas condiciones, porque además de trabajar hay que sentirlo y vivirlo: la medicina rural es vocacional".
Teruel, y especialmente el Bajo Aragón, viven un verano difícil en los centros de salud, uno de los principales motivos es que en el último llamamiento quedaron sin cubrir 15 plazas.
