La romería del Malangosto congrega a cerca de 400 romeros
En la edición 50 de esta celebración la consejera de Sanidad Verónica Casado ha dado vida, en la teatralización del pasaje del Libro del buen amor, al personaje de La Chata mientras que el periodista Alfredo Matesanz ha sido el arcipreste
Segovia
La romería del Malangosto, la más alta de Europa, a dos mil metros de altitud ha congregado a cerca de 400 personas. La asociación del 'Libro del buen amor' lleva ya 50 años organizando y conmemorando el pasaje recogido por el Arcipreste de Hita en la obra literaria con este mismo nombre.
Con una lectura teatralizada se recuerda el encuentro entre la Chata y el propio arcipreste en el que la mujer pretende cobrar al hombre un peaje por pasar por este puerto. El papel de la Chata ha sido encarnado por la consejera de Sanidad Verónica Casado que hace pocos meses fue reconocida como el mejor médico de familia del mundo. “Una experiencia magnifica para disfrutar de la tradición la naturaleza y de la reivindicación del papel de la mujer” señala Casado. Que no ha dejado pasar la oportunidad para recomendar hábitos de vida saludable como los que propicia una jornada como la de hoy en la que se pueden poner en práctica las reglas de la salud “hacer ejercicio físico, evitando el sedentarismo, con una dieta equilibrada, que a lo mejor en estos días nos saltamos. Además tiene un elemento de convivencia con el resto de la gente, un elemento fundamental ya que una de las cosas que nos hace ser felices y por tanto más sanos, es relacionarnos con otras personas y en entornos tan amigables y saludables como el de hoy” remarca la consejera de sanidad.
En esta ocasión el titulo honorifico de Arcipreste ha recaído en la figura del periodista Alfredo Matesanz. En una jornada calurosa se ha realizado un homenaje al romero más joven y al más veterano. Los asistentes han disfrutado de bailes con dulzaina y tamboril. Una subida en procesión para disfrutar de la naturaleza que se celebra como es tradición el primer domingo de agosto impulsada en su día por Jaime Alpens Gasperini.
Los organizadores de esta celebración han dejado patente su malestar ante las restricciones, para la entrada de vehículos o la posibilidad de elaborar la comida en lo alto del puerto, que impone el plan de usos del parque Nacional del Guadarrama. Esperan para próximas ediciones entablar conversaciones con los responsables de este espacio natural para logar volver a celebrar esta jornada como se venía desarrollando desde hace cinco décadas.