Conflicto entre la Asociación de Vecinos Barrio de San Miguel y un bar

Palencia

La Asociación de Vecinos Barrio de San Miguel de Palencia ha registrado un escrito en el Ayuntamiento en el que insiste en denunciar "los ruidos, olores, golpes y arrastres" que genera un bar restaurante en la Plaza Rinconada de San Miguel. Denuncia además que el local "desarrolla su actividad con la puerta trasera abierta a lo largo de toda su jornada incumpliendo flagrantemente la Ordenanza de Ruidos". El propietario del establecimiento niega los hechos dice que los olores no proceden de su cocina, las mediciones de ruidos confirman que funciona correctamente y que la puerta trasera se abre cuando se necesita hacerlo. Con respecto a la puerta, ha sido objeto de cuatro sanciones de 600 euros cada una. Según su versión, si se aplica la norma con esa rigurosidad, el 90 por ciento de bares y restaurantes incumplen la normativa.

El conflicto entre representantes vecinales y el bar-restaurante se arrastra en el tiempo. Los vecinos dicen que desde el año 2014 vienen padeciendo "continuas molestias por ruidos y olores, a lo que hay que añadir el problema de la puerta abierta y los golpes y arrastres de los recipientes de basura al cierre del establecimiento a intempestivas horas de la noche. La asociación vecinal acusan al Ayuntamiento y a la Policía Local de pasividad, visión que no comparte el hostelero que regenta el local, Anselmo Fierro, que recuerda que ha recibido constantes visitas de la Policía y que incluso ha sido objeto de cuatro sanciones de 600 euros por hacer lo que hacen la inmensa mayoría de bares y restaurantes, mantener una abierta una puerta que cumple con la normativa cuando lo precisa para su actividad.

En el último escrito registrado por los vecinos en el consistorio piden "la oportuna actuación resolutiva y definitiva del problema". También plantean que "se curse a la Policía Local las concretas indicaciones operativas. El escrito se dirige al nuevo Alcalde de Palencia. La asociación de vecinos de la zona de San Miguel aprovecha la ocasión para pedir una reunión con el fin de abordar " la restante problemática del barrio". En San Miguel se quejan de lo que han dado en llamar "vandalismo de fin de semana".