La nueva ordenanza del ruido, paralizada cinco meses después de aprobarse el proyecto

Alicante

El problema del ruido en Alicante sigue siendo, a día de hoy, el "dolor de cabeza" de muchos vecinos, sobre todo los del centro de la ciudad, que se ven afectados por los altos decibelios que genera el ocio nocturno ya no solo los fines de semana, ahora en verano de lunes a domingo.

A pesar de ello, el Ayuntamiento de Alicante todavía no ha aprobado definitivamente la nueva Ordenanza Sobre Contaminación Acústica y Vibraciones y ya lleva un retraso de unos cinco meses meses.

La Junta de Gobierno aprobó el proyecto a principios de marzo, después abrió un periodo de alegaciones y tras ello presentó las novedades de la normativa a la Mesa del Ruido. El paso definitivo para su aprobación era llevarla a Pleno, pero las elecciones y el cambio de gobierno han dejado paralizada la ordenanza.

Desde la Asociación Vecinal Casco Antiguo - Laderas del Benacantil explican que "tienen miedo a que la aprobación definitiva quede en el limbo, y que continúe todo como hasta ahora, con una ordenanza vigente que data del año 1991, y según denuncian "no está adaptada a la realidad actual" y es "obsoleta". De hecho, tuvieron que contratar los servicios de un abogado especialista en ruido para presentar el escrito de alegaciones.

Iluminada Doñate, su presidenta, declara que "quieren que se apruebe la normativa pero no de la forma que estaba proyectada desde un principio" y añade que tiene que ser una "ordenanza ambiciosa" para combatir el problema del ruido. "Estamos pasando un verano muy complicado, cunde la anarquía en el Casco Antiguo" dice.

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Doñate resalta la importancia de que la ordenanza sea estricta en el capitulo de sanciones en la que se incluya, por ejemplo, la clausura total o parcial por un periodo no inferior a tres años de los locales que incumplan la normativa. La creación del velador acústico o la presencia de inspecciones regulares para controlar los decibelios de cada establecimiento son otras de las propuestas que han presentado.

Por otra parte, los vecinos del Centro Tradicional de Alicante, critican el hermetismo del Ayuntamiento ya que todavía no han recibido respuesta a las alegaciones que presentaron y no entienden que en Hogueras se sacara un edicto, sin la nueva ordenanza aprobada, para establecer 90 decibelios de la actividad de barracas y racós.

Alcázar Moreno, presidenta de la asociación vecinal, comenta que está siendo el peor verano en cuanto al ruido, y que se están superando los decibelios permitidos en casi el doble. Añade que habría que tener una ordenanza propia para controlar el ocio nocturno y que lo que hay que hacer es cumplir la ley.