Fin a la pretemporada y continúa la incertidumbre
El Málaga llega al comienzo de Liga con problemas en la faceta goleadora con solo dos goles en cinco partidos y el mismo bloqueo del jeque, en un clima de preocupación entre los aficionados
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Y se echó el tiempo encima. Quedan seis días para que el Málaga arranque la Liga contra el Racing de Santander (sábado, 18:00 horas) y la situación continúa bloqueada. En un mes, solo un fichaje, el de Okazaki. Y las salidas de Harper, Brezanzic, Rosales, Lacen, Miguel Torres, Cecchini y Seleznov.
Ni rastro de la oficialidad de Jony al Lazio ni de Ricca al Brujas. Tampoco avanza el acuerdo entre Ontiveros y el Villarreal, a la espera de que la firma llegue, por el bien del límite salarial del Málaga. Porque la atmósfera de preocupación que se vive en el malaguismo crece por día. Llega la hora de la verdad y solo pueden inscribirse, a día de hoy, entre 12 y 14 jugadores, salvo que Al-Thani finalice su inacción.
Dos empates, dos derrotas y una victoria. Solo dos goles a favor (Hicham y Hugo). Ha sido una pretemporada de luces y sombras. La luz la pusieron los canteranos, que refuerzan la certeza de que este Málaga está bien cubierto desde la base. Ramón Enríquez, Hugo Vallejo, Iván Jaime o Cristo han dado un paso al frente y podrían ser una opción seria en el primer equipo. Con su rendimiento lo han demostrado.
Las sombras, cada día más alargadas, las pone Abdullah Al-Thani. Sus tardanzas, compaginadas con mensajes de tranquilidad por Twitter o comunicados oficiales pidiendo más confianza en él, desquician a una afición que ya se rebeló contra su gestión en las protestas convocadas por Fondo Sur 1904.
Una plantilla que necesita recambios. Pero no pueden llegar sin salidas. N'diaye y su incierto futuro parece complicado que esté en Martiricos, por su elevada ficha. Los Juanpi, Tighadouini, Keko, Michael Santos, Cengo y compañía aún pertenecen al club. El mercado se cierra el 2 de septiembre, pero todo seguirá igual si el presidente no acaba con la incertidumbre. Solo necesita un bolígrafo -y ganas- para hacerlo.
