Hay que mejorar, sí, pero tengamos paciencia
El Numancia no firmó un buen partido ante el Alcorcón, con luces y sombras, y cosas que corregir
Soria
No fue un buen partido, desde luego, el que vivimos este domingo en Los Pajaritos en el debut liguero del Numancia ante el Alcorcón. No tanto por la derrota, que nunca gusta perder, por supuesto, sino porque el equipo estuvo bastante errático, sobre todo en la segunda mitad, lo que el conjunto amarillo aprovechó para apretar y lograr marcar. Lo reconoció en rueda de prensa Luis Carrión, en un buen resumen del choque: bien en la primera parte y mal en la segunda, con aspectos que mejorar sobre lo visto.
Y sí que es verdad que en los primeros minutos vimos a un Numancia combinativo y con velocidad en sus acciones, rupturas de presión por el centro, laterales de largo recorrido, centrales firmes… Gustó mucho Dani Barrio, el cancerbero llegado de Melilla, que resolvió con acierto un par de lanzamientos de falta de Sosa y una incursión de Romera, aunque poco pudo hacer en el gol de este. Y Álex Sola, el lateral diestro, deslumbró en los escasos 20 minutos que estuvo sobre el terreno de juego, con un par de arrancadas de esas que levantan a la grada. El joven donostiarra tuvo lo que le estaba faltando al equipo: chispa, descaro, desparpajo y atreverse a ir a tumba abierta hacia adelante. Posiblemente se haya ganado el puesto para el domingo en Tenerife.
Por corregir, en cambio, tener más regularidad está en el debe del equipo, ya que tras el paso por vestuarios la película cambió y, aunque tuvo la posesión, ésta fue estéril y el Numancia no inquietó el marco rival, mostrando dudas, endeblez y desacierto y un centro del campo que no terminaba de carburar. Tal vez demasiado parecido al del año pasado. Sí que hay que reconocer que no se perdió la cara al partido y que, sin crear ocasiones clara, se intentó igualar la contienda.
Pero como siempre, y como ya advirtió, Carrión en la previa, sacar conclusiones del primer partido está bien, pero hay que tener paciencia, porque ni lanzar las campanas al vuelo ganando ni rasgarse las vestiduras a estas alturas de la temporada es bueno para el equipo. Es el momento de ver errores y aciertos, corregirlos y mantenerlos, pero sin volverse locos. ¿Y tal vez reforzar el equipo? Tal vez. ¿El mediocentro preferentemente, con Otegui, de Osasuna? Es una posible solución, y es una preferencia del Numancia, hacerse con los servicios del navarro, pero tampoco pensemos que es la panacea y que su llegada lo resuelve todo. Insisto, paciencia.
Y sobre el estreno del VAR… Sigo sin entender lo de las nuevas normas: en Primera división, Modric y Jorge Molina, expulsados por pisar al rival en el tendón de Aquiles, aunque fuera sin querer (que se da mucho en plena carrera lo de pisar y chocar con el adversario). Vale, es lo que hay, la normativa. Pero no me gusta, porque creo que se puede distinguir quién va a dar y quién tropieza, pero es también verdad que en Los Pajaritos la entrada que Sosa le hace a Nacho en la banda, que le retuerce el tobillo cuando el balón ya estaba lejos, es de tarjeta roja. Ahí debería haber entrado el VAR. Si el objetivo de algunas de las nuevas normas es proteger la integridad de los jugadores sancionando con rigor, ahí erró el colegiado del partido. Entrada desproporcionada en fuerza, lugar y momento que mereció más que una amarilla.