Un barrio a regenerar

Aranda de Duero

El barrio de Santa Catalina será objeto de un plan de regeneración a tres bandas entre las administraciones central, regional y local para la mejora de viviendas y de espacios de uso público. El equipo que se ha encargado del estudio previo para delimitar el ámbito de actuación de este plan daba a conocer esta mañana los pormenores de su trabajo que, basándose en distintos factores, como el envejecimiento de la población, su nivel económico, la antigüedad de los edificios y otras circunstancias, ha llegado a la conclusión de que las actuaciones deben centrarse en esta zona del municipio, donde se encuentran algunos sectores de máxima prioridad, como son la denominada zona de los bloques, las viviendas del tramo norte de la avenida de Burgos entre las calles Pizarro y Santiago, los números pares de esta última, del 2 al 20 p el triángulo que forman las calles Montelatorre, Pizarro y Fernán González.

Las conclusiones del equipo redactor coinciden con las estimaciones que desde el anterior equipo de gobierno habían hecho ya cuando en la primavera del año pasado la Junta de Castilla y León planteó incluir al municipio como Área de Regeneración Urbano. Además de las circunstancias apuntadas, el barrio está aquejado también de un cierto aislamiento del resto de la villa, con el que está conectado casi en exclusiva por una sola vía, la calle Carrequemada, mientras que el río Duero y el descampado de las Eras de Santa Catalina actúan como barrera para su vínculo con otros barrios. La suma de todo ello le convierte en el candidato ideal para someterse a este plan, que consiste en obras de mejora de un total de 789 viviendas en aspectos como la accesibilidad y eficiencia energética, pero también la remodelación de algunas calles y plazas. “Las actuaciones consistirían en implementación de mayor grado de confort y actuaciones también sobre el espacio público, como la distribución también del tráfico y de zonas de aparcamiento”, explica Carmen Andrés, una de las arquitectas del equipo.

Este programa piloto forma parte de la estrategia del Plan Estatal de Vivienda 2018-2021. La financiación correría en gran medida a cago de Ministerio de Fomento, Junta y ayuntamiento, aunque también sería necesario la aportación ciudadana para mejorar sus propias viviendas y edificios. “Lo que sí que está claro es que los propietarios de las viviendas, al menos y como una condición que sí que establece la Junta, es que lo tienen que declarar en su patrimonio como incremento patrimonial y lo que tengan que aportar se establecerá en el convenio que firme en su momento el Ayuntamiento con las otras administraciones”, anuncia Llanos Masiá, miembro también del equipo redactor que se encarga de este trabajo previo.