Los seis toros en las calles y el coso del Arrabal

Medina del Campo

Inmejorable estreno de los encierros camperos de San Antolín. Los seis astados entraron a la Plaza de Toros en torno a las once menos diez de la mañana en un encierro que tuvo dos partes diferenciadas. La primera, por el campo, con estreno incluido de los corrales, que, recuerden, este año se encuentran aproximadamente un kilómetro más lejos de las calles de Medina que en los últimos años. En este tramo, la manada salió tranquila y sin desperdigarse, pero pronto uno de los novillos se separó del resto de hermanos y de los cabestros. Los caballistas, tras varios intentos de reunificar a la manada, lo consiguieron, pero antes del túnel del Ave, la manada se redujo a cinco toros, ya que uno de ellos volvió a quedarse atrás en una tierra de girasoles. Mientras el grueso accedía a las calles de Medina y llegaba al descansadero, situado en la Calle Ciudad Real, la organización recondujo al toro rezagado y lo llevó al embudo. Más tarde, este toro se juntó a la manada en el apeadero. En torno a las once menos cuarto, tres cohetes avisaron y los toros salieron del descansadero urbano rumbo al Coso del Arrabal, donde entraron sin incidentes reseñables.

Encierro con toros difíciles que ha concluido de manera satisfactoria gracias a la labor de los caballistas. También gracias a la ayuda de los corredores, algunos de ellos muy experimentados

En definitiva, primer encierro sin sobresaltos y con los seis toros encerrados en la plaza. Los astados dieron juego tanto en el campo como en las abarrotadas calles medinenses, que volverán a vivir un encierro tradicional este próximo miércoles día 4.