"Hay cadenas de supermercados que exigen certificados específicos de control alimentario"

Sevilla

Magrudis, la empresa responsable de la infección de listeria que ya ha afectado al menos a 203 personas, dijo en un comunicado, cuando saltó el caso de la carne contaminada, que no se explicaba lo sucedido porque "cumple con todas las obligaciones sanitarias" y sus instalaciones están "perfectamente homologadas" para la manipulación de alimentos, contando incluso, añade, con un certificado ISO 9001 de Gestión de Calidad.

En Hoy por Hoy Sevilla hemos profundizado en las certificaciones que logran las empresas, para qué sirven y qué tipo es el idóneo según el sector al que se le expide. David Verano, director del sector de agroalimentación de AENOR, entidad de certificaciones líder de España, ha explicado que el ISO 9001, es el certificado base que luego ha dado pie al resto de los más específicos.

Asegura que el sistema de seguridad alimentaria que rige en todo el Estado es uno de los más seguros en todo el mundo, por lo que la población debe estar tranquila. Dicho sistema está basado en un mecanismo de doble control: por una parte, el denominado autocontrol que deben ejercer las propias empresas productoras y, por otra, el control ejercido desde la administración pública competente. Sin embargo, "el riesgo cero en alimentación no existe".

Con respecto a las empresas agroalimentarias, ha dicho que lo idóneo es tener el certificado IFS para acceder a mercados más exigentes, como es el caso de las cadenas de supermercados, que lo piden para sus marcas de distribución, ya que la tendencia es que el control sea lo más concreto posible para evitar riesgos.

Una vez dado el certificado, es imprescindible un control de carácter anual, sobre todo del denominado "análisis de peligros y puntos críticos", que es específico para industrias alimentarias.

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