La pesadilla continúa
El Oviedo es colista tras la derrota encajada frente al Mirandés (2-1) en un partido donde los azules volvieron a recibir un gol en los minutos finales.
Oviedo
El Oviedo es frágil en todas sus líneas. No da sensación de seguridad y no transmite ninguna alegría en ataque. La temporada acaba de comenzar, pero no por ello hay que escudarse en acabar con un futbolista menos o hacer un llamamiento a la calma sin hacer autocrítica primero. Lo de encajar un gol en el minuto 90 es el colmo de un equipo que se desinfla con el paso de los minutos, que tiene detalles para la esperanza, pero que es muy débil a la hora de la verdad. Faltan futbolistas con peso que sepan manejar los tiempos de los partidos.
Sergio Egea, por cuarta jornada consecutiva, realizó de nuevo una pequeña revolución en su once, con cambio en la portería incluido. Y tampoco resultó. Prueba de que el equipo no es fiable ya se ve desde el banquillo cuando es el técnico quien no consigue dar con la tecla. Varios bandazos en las alineaciones sin tener una idea clara de lo que pretende transmitir. Culpa de los jugadores o del entrenador, pero esa es la realidad; el Oviedo no sigue un patrón de juego y ahora mismo se encuentra a la deriva. ¿Lo mejor? Que estamos en la jornada cuatro.
Al igual que la semana pasada los azules salieron bien al campo. Corría el minuto 9 cuando Jimmy robó la pelota en una salida de la defensa rojilla desde atrás y Ortuño, tras un previo recorte, ajustó su disparo al palo más alejado de Limones para adelantar a los suyos. Hasta aquí todo el bagaje del Oviedo en ataque porque ya no hubo que contabilizar más disparos entre los tres palos. A la espera de lo que pueda cazar Ortuño y para de contar, esa es la sensación de lo que se percibe sobre el terreno de juego. El delantero, con tres goles en su haber, hasta el momento es la mejor noticia del mercado de fichajes.
Poco a poco le empezaron a pesar los minutos y el Mirandés, que comenzó a dominar, encerró atrás al conjunto azul. Champagne tuvo que intervenir por primera vez a la media hora del choque para despejar un cabezazo de Álvaro Peña. Pero los locales no fallaron en su segundo acercamiento más claro. Kijera se recorrió la banda izquierda entera sin que nadie saliese a su paso y cedió el balón atrás para que Merquelanz, libre de marca, anotase el empate.
El segundo tiempo comenzó con un cambio. Sergio Egea dejó en el banquillo a Lolo, que tenía amarilla, e introdujo a Edu Cortina en su lugar. Lo que para muchos supone una alegría ver una medular formada por tanto canterano, seguro que para otros es un indicativo de falta de experiencia en un puesto tan vital para un equipo.
Nada más reanudarse el encuentro, Álvaro Rey, tras un lanzamiento escorado con el interior estuvo a punto de batir a Champagne, pero el argentino sacó una mano salvadora para evitar el tanto del centrocampista.
En el minuto 65 llegó la jugada polémica del partido. Juanjo Nieto realiza un saque de banda comprometido para Christian, que eleva demasiado la pierna y, aunque toca balón primero, acaba impactando con los tacos en la espalda de Álvaro Rey. El árbitro no lo duda y le enseña la roja directa al cántabro. Todavía quedaba media hora prácticamente por delante y Egea decidió sacar del césped a Riki, el futbolista más destacado del Oviedo, para meter a Arribas en defensa.
Los azules apenas pasaron del centro del campo y se limitaron a defender con cierta comodidad las acometidas del rival. Pero otra vez en los instantes finales, en esta ocasión en el minuto 88, la pesadilla se volvería a repetir. Antonio Sánchez, que condujo el balón cerca del área, disparó centrado, Champagne erró en el despeje y se lo dejó en bandeja a Mario Barco. Segundo tanto del Mirandés que desató el enfado de los cientos de oviedistas desplazados y que ya no se creían lo que estaban viendo.
Se viene una semana difícil. El Oviedo es colista en solitario con tan solo un punto sumado de doce posibles y la crítica desde el banquillo brilla por su ausencia. Será el Carlos Tartiere quien dicte sentencia el próximo domingo. Y con el Elche de Pacheta enfrente, un resulto adverso podría complicar y mucho el futuro de Sergio Egea al frente del conjunto azul.