El bucle de Dani Pacheco
El extremo pizarreño suma una nueva lesión muscular a su negativa racha y continúa sin verse su mejor versión con la camiseta blanquiazul
Málaga
Dani Pacheco, otra vez. El jugador abandonó el entrenamiento del miércoles con molestias en su isquio. Una lesión muscular que lleva condenándolo a la irregularidad desde que llegó al equipo de su tierra el año pasado. "No pude dar el rendimiento que se esperaba de mí, soy consciente", reconoció en julio.
La realidad es que nunca estuvo más de un mes con la continuidad necesaria. En la campaña 2018/19 participó en 24 partidos, en 14 de ellos como titular. En la mayoría, salía sustituido en la segunda parte. Tan solo un gol y tres asistencias. Y cuando parecía haber recuperado la titularidad, de nuevo recaía. Un bucle que también dañaba a lo psicológico.
Una rotura de fibras en su isquiotibial izquierdo, molestias en el derecho... mucho influyó, como cuenta el propio jugador, que el Getafe no le dejara entrenarse el verano pasado. Llegó sin ritmo de pretemporada al Málaga y siempre estuvo un paso por detrás de sus compañeros en lo físico.
Sus ganas de reivindicarse no se han terminado. En su segundo año en La Rosaleda, Pacheco busca encontrarse. Y encontrar un hueco fijo en el once de Víctor. Hasta el momento, ha sido titular en uno de los cuatro partidos (en casa contra Las Palmas). Contra Racing, Girona y Almería salió como recambio en la segunda mitad, sumando 133 minutos entre los tres.
La afición espera que haya una metamorfosis en su rol. El pasar de ser un jugador de chipazos momentáneos a un extremo-mediapunta decisivo. Más aún en el contexto del Málaga, que no abunda en talento ni fondo de banquillo. Su oportunidad es ahora, cuando las lesiones no se cruzan en su camino.