Por el buen camino
Tras un mal inicio de campeonato, el Numancia atraviesa un buen momento, con 7 puntos de 9 y tres jornadas sin encajar gol
Soria
Qué grande es el fútbol (o miserable en otras ocasiones). Hace tres semanas, finalizando agosto, después de dos derrotas en el arranque liguero, veíamos al Numancia sumido en el fondo de la clasificación, último, sin haber puntuado, como único equipo de la categoría que aún no había estrenado ese casillero. Triste imagen, sin duda, que no veíamos desde hacía muchos muchos años. Sin embargo, y tirando de lógica, aún era pronto para alarmarse demasiado. Era pronto, fueron derrotas por la mínima, por errores concretos en la defensa, con falta de suerte, y con la sensación de que este equipo, corrigiendo algunas cuestiones, podría remontar el vuelo. Pero tenía que espabilar y reaccionar cuanto antes el equipo de Luis Carrión. Afortunadamente así fue.
Una victoria holgada ante un Mirandés que en Los Pajaritos pareció menos que posteriormente ante Oviedo y Málaga (victoria y empate de los recién ascendidos) y un empate en Almendralejo, sin llegar a tirar a puerta, terminando con nueve hombres y dando gracias a la actuación salvadora de Dani Barrio, permitían al Numancia asentarse en mitad de la tabla, respirando un poco. Y este sábado, ante el Huesca, llegó el puñetazo encima de la mesa para terminar de reforzar la confianza minada en el torpe inicio del campeonato. Victoria ante un gallito que vino a Soria a jugar y a ganar en el amplio sentido de ambos términos. Pero no pudo llevarse los puntos.
Y es que el Numancia demostró este sábado que hay diferentes formas de disputar un partido. Y hago hincapié en el verbo: disputar, plantar cara al rival, aunque te supere en diferentes facetas, es fundamental saber encarar la situación. Y sinceramente creo que el equipo de Carrión lo hizo. No fue, es, ni será su mejor partido, pero sí supo pelearlo. En la primera parte, con firmeza en defensa, concediendo poco o nada (tres remates fáciles para Dani Barrio), sin complicarse cuando el Huesca era mejor, intentando jugar, pero sin obcecarse. Que un rival como el aragonés te quite el balón y te obligue a actuar de otra forma, lo veremos seguramente más veces este curso, con otros gallitos. Por eso fue muy bueno adaptarse a la tesitura. En la segunda parte, un pasito adelante, más intensidad en la presión, que fue más cerca del área rival, y más empuje en las jugadas, por cierto con buena y bonitas combinaciones, y más llegadas claras. Y se logró la victoria, como pudo ser un empate o una derrota. El devenir del partido indicaba que podía ser cualquier cosa.
Y está claro que hay cosas que mejorar. En ataque sigue faltando más chispa, desparpajo e inventiva, hay futbolistas a los que aún debe exigirse más porque se les presupone más capacidad y lograr un poco más de continuidad en el juego sería bueno. Pero sobre todo hay que quedarse con que el equipo luchó, durante los 90 minutos, se mostró firme y quiso seguir luchando. Con ratos de buen fútbol. Es la buena noticia y creo que es el Numancia que quiere Carrión: intensidad y juego vertical. Estoy convencido de que con esa actitud no vamos a dejar escapar partidos fácilmente. Estamos en el buen camino. Lo importante es no perder la senda, no salirse. Y ahora vienen curvas, con cinco jornadas en 23 días. Ya hemos superado una, con tres puntos. Toca seguir recorriendo el camino.