Condenado a 10 años de cárcel por intentar que su padre se comiera un Miró
Un hombre de 52 años ha sido condenado por agredir y amenazar a sus padres a los que tendrá que pagar 22.000 euros
Palma
La Audiencia Provincial ha condenado a 10 años de cárcel a un hombre que amenazó a sus padres e intentó que su progenitor se comiera un cuadro de Joan Miró que estaba colgado en la pared del domicilio. El hombre ha sido acusado de delitos de quebrantamiento de medida cautelar, allanamiento de morada, contra la integridad moral, lesiones y amenazas. Además, tendrá que indemnizar a sus padres con 22.200 euros, por las lesiones, las secuelas y el cuadro destrozado que estaba valorado en 11.000 euros.
El acusado, de 52 años cuando ocurrieron los hechos, ha admitido lo sucedido y se ha conformado con las penas que han solicitado para él tanto la Fiscalía como la acusación particular. La vista se ha celebrado este miércoles en la audiencia y el tribunal ha citado la sentencia 'in voce'. La fiscalía pedía inicialmente 12 años de cárcel, que se han visto rebajados a diez tras el acuerdo. El hombre se ha beneficiado de la atenuante de estar bajo los efectos de las drogas, mientras que se le ha aplicado la agravante de parentesco por ser hijo de las víctimas.
Los hechos se produjeron en octubre de 2018 cuando el acusado, que tenía prohibido por orden judicial acercarse a casa de sus padres, accedió al domicilio al domicilio familiar en Felanitx rompiendo la puerta.
En su interior estaba el padre, al que cogió por los pelos y arrastró por las escaleras. Tras sentarse sobre su abdomen el condenado comenzó a golpearle en la cara sin que pudiera defenderse y cuando la madre intentó mediar también le agredió. Durante tres horas estuvo pegando a ambos progenitores y amenazándoles de muerte, incluso con un cuchillo que les pudo en la mejilla.
El condenado causó numerosos incidentes en la vivienda, rompiendo televisores, el teléfono, el router y arrojando la comida de la nevera y la despensa por el suelo. En un momento determinado, descolgó un cuadro de Joan Miró que había colgado en la pared y que estaba dedicado personalmente y lo rompió en varios pedazos intentando que su padre se los comiera. Uno de los progenitores logró finalmente huir de casa y avisar a la Guardia Civil.
Los padres sufrieron numerosas lesiones fruto de las agresiones. Las acusaciones han valorado el cuadro en unos 11.000 euros. El condenado no podrá acercarse a la casa de sus padres en un periodo de 12 años y no podrá portar armas durante tres.