El Ayuntamiento de València no implantará (de momento) una tasa a los perros

El Ayuntamiento de València no se plantea de momento fijar una tasa a los vecinos que tengan un perro como mascota, tal y como contempla la nueva ley sobre bienestar y tenencia de animales de compañía que prepara la Generalitat. Es más, el responsable de Hacienda, el socialista Ramón Vilar, considera que se trataría de un impuesto anti-económico porque fiscalmente no tiene ningún sentido.

La norma autonómica deja en manos de los municipios fijar un límite máximo de animales permitido en cada vivienda y atribuye a los ayuntamientos la competencia exclusiva sobre la recogida y retención de animales abandonados o extraviados, así como las tareas de vigilancia e inspección de los centros de acogida y establecimientos de venta. Además, la ley acaba con el sacrificio de animales abandonados o recogidos de la calle, lo que derivará seguro en un incremento de los costes de mantenimiento de los hogares y centros de acogida.

Por eso, para mejorar la financiación de estos centros, la nueva normativa que prepara la Generalitat contempla la posibilidad de que los distintos consistorios puedan implantar una tasa de unos 9 euros por perro. Pero el concejal de Hacienda, Ramón Vilar, cree que ese nuevo gravamen no tiene ningún sentido si no es para apoyar una ordenanza específica. Se trataría de una medida antieconómica porque lo que se ingresará será más o menos lo que costará recaudarla.

Otra cosa, según Vilar, es que la tasa sirva para financiar el coste de una ordenanza específica. Eso habría que estudiarlo a fondo. Pero esos 9 euros, recuerda, no servirían ni para sufragar, por ejemplo, lo que le cuesta al Ayuntamiento limpiar todos los excrementos.

Ampliar

Semana de la lucha contra la rabia

Este lunes arranca la Semana de la lucha contra la rabia, una enfermedad que transmiten los animales a los humanos y que todavía a día de hoy produce la muerte de alrededor de 55.000 personas en el mundo, la mayoría niños, sobre todo, en zonas donde existe una baja tasa de vacunación canina.

De ahí la insistencia en la concienciación y el aviso de los veterinarios: Todo caso de mordedura por un animal doméstico o salvaje debe ser investigado.