La realidad nos supera

Las Palmas de Gran Canaria

El 15,7% de la población de Canarias está en situación de pobreza severa, el doble que la media española. El 29% de los canarios, unas 600000 personas, se encuentran en riesgo de exclusión social, casi once puntos por encima de la media del estado. Es terrible. Son los datos del VIII informe Foessa que ayer presentó Cáritas, que siguen dejando patente que Canarias es la única Comunidad Autónoma que en los últimos 5 años ha subido el número de personas en esta situación.

La exclusión en Canarias es fundamentalmente económica. Encima el 41% de las familias que se encuentra en el riesgo de exclusión tienen una persona trabajando en casa, pero como se podrá entender, no consiguen salir de esta situación, son trabajadores pobres, mal pagados que necesitan ayuda, no llegan a fin de mes.

Las Comunidades que siguen a Canarias en esta triste lista son, como la nuestra, regiones que se dedican también al turismo. Y como nosotros, no somos las autonomías más pobres, ni las que hemos crecido menos, al contrario. Pero sí donde el dualismo es mayor, los pobres más pobres y los ricos más ricos, se sigue quedando más gente en el camino. Además los datos económicos muestran que la renta media canaria per cápita está un 19% por debajo que la del resto de España, cuando hace 20 años era la misma. Lo dijeron ayer los empresarios de Tenerife, que también apuntaron que la economía canaria se enfría, y que crecerá menos que la española, esperan un crecimiento del 1,6%.

Pero volviendo al estudio de Cáritas sobre pobreza, también deja claro que la pobreza se cronifica y por tanto se herada y también tiene una relación directa con la formación. Entre menor formación, más riesgo de caer en la exclusión. Esto aparece aquí, pero también en otros estudios, por tanto ninguna sorpresa.

Ahora tocan las soluciones. Lo más difícil. Necesitamos un plan integral, que debe ser transversal y que se tiene que empezar y avanzar a medio y largo plazo. Lo primero, sacar a la gente de la pobreza severa, mejorando las ayudas públicas. Después y a lo unísono la educación, tanto ocupacional como académica y en el camino activar otras medidas que consigan la distribución de la riqueza.

Lo que no podemos hacer en Canarias con los diferentes estudios que muestran una pobreza brutal, es seguir mirando para otro lado.